El Observatorio Cubano de Conflictos registró, en el mes de octubre, 88 expresiones públicas de protesta en Cuba, tanto colectivas como individuales, según la clasificación del filósofo y político estadounidense Gene Sharp, dijo a Radio Televisión Martí, Juan Antonio Blanco, director de la iniciativa.
Cincuenta y cinco de esas acciones estuvieron en correspondencia con problemas políticos, a diferencia del mes anterior, cuando la mayoría de ellas se enfocaron “en aspectos sociales y económicos”, apuntó la entidad en un informe publicado el domingo.
Un llamamiento a los internautas cubanos del Movimiento San Isidro, compuesto por creadores independientes, solicitando a los cubanos que publicaran una foto mostrando una pancarta pidiendo el cambio en el país, bajo la etiqueta #MiCartelParaElCambioEnCuba, multiplicó la cifra de los actos de descontento de índole política, arrojó el muestreo.
La convocatoria fue contestada por ciudadanos en casi todas las provincias, incluso, no vinculados a la oposición pacífica, puntualizó el documento.
Por ejemplo, el joven Denis Solís se tatuó en el pecho: “Cambio Cuba 19.10.20” y desafió en las redes: “Comunistas, ahora sí me van a tener que arrancar la piel del pecho”.
Tras los mítines de repudio ejecutados contra miembros del Movimiento San Isidro y la artista Tania Bruguera, los días 7, 8 y 9 de octubre, intelectuales y otros profesionales que habían guardado silencio ante otros abusos, hicieron público el rechazo a tales prácticas y se pronunciaron a favor del derecho a la libertad de expresión.
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En la segunda quincena de octubre, el excombatiente de Angola, residente en Morón, Ciego de Ávila, Evelio Osvaldo Núñez Angulo, colocó letreros en la fachada de su vivienda que calificaban a los gobernantes cubanos de “abusadores” y “asesinos” y preguntaban quién puede vivir en la Isla con 210 pesos.
“Otras 33 manifestaciones por motivos sociales y económicos denunciaron al bloqueo interno como causa de la escasez y la pobreza”, indicó el reporte.
En este sentido, el dossier destacó que en un video posteado por Lianny Enríquez el día 25 de octubre, un grupo de mujeres dio a conocer las malas condiciones higiénicas y la falta de alimentos en un centro de aislamiento en Sancti Spíritus.
Asimismo, el Observatorio inventarió demostraciones públicas contra la violencia policial, el incremento de la represión y los excesivos castigos.
Al respecto opinó que “el gobierno está asustado y responde con un incremento de multas de $3,000 pesos [CUP] por propagación de epidemia”.
Es un monto de 7.5 veces el salario mínimo en Cuba. “Sería equivalente a que en España impusieran una multa de 7,800 euros o en Estados Unidos, hubiese que pagar 9,400 dólares”, resaltó.
Según la recopilación del Observatorio Cubano de Conflictos, que se autodefine como un proyecto de la sociedad civil apoyado desde la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, “cerca de la mitad de las protestas de octubre fueron individuales, sin una exigencia de solución” pero anota que “constituyen una evidencia de que el cubano está perdiendo el miedo a expresar públicamente su inconformidad” por situaciones injustas.
Entre las manifestaciones individuales está el sermón del sacerdote Jorge Luis Pérez Soto, de la Parroquia San Francisco de Paula, en La Habana, el domingo 18 de octubre, donde expuso que ningún gobernante está por encima de su pueblo y que aquel que no esté dispuesto a dimitir por el bien de su pueblo es un tirano, explicó Blanco.
En relación con eso, el Observatorio consideró que las protestas individuales son más fáciles de reprimir que las colectivas.
Cuando la protesta se centró en un requerimiento concreto obtuvo que el gobierno cediera, afirmó el informe.
Así ocurrió con el rechazo al incremento del costo de los pasaportes cubanos o la demanda dirigida en Santa Clara por los protectores de animales, el rapero Omar Mena y su esposa Leidys Laura Hernández, para que Zoonosis no sacrificara a perros callejeros.
Una invitación, presuntamente de cuentapropistas, a salir a las calles el 31 de octubre bajo el lema de “queremos libertades económicas, no más miseria”, es de importancia, valora el Observatorio, porque a pesar del exiguo número de ciudadanos que participaron, tocó “los temas más sensibles de la tensión social y económica entre el fracasado régimen de gobierno y la ciudadanía” y costó una cantidad de recursos a los presupuestos del Estado en movilización de efectivos policiales para reprimirla.
El Observatorio concluyó que “el monitoreo y análisis de más de un centenar de conflictos en toda la isla realizado entre octubre de 2018 y octubre de 2020” confirmó que de 111 casos, los demandantes alcanzaron la satisfacción a sus reclamos en 88 ocasiones.