El cierre de la frontera de Panamá con Colombia ha puesto un muro de contención a los migrantes ilegales, en su mayoría cubanos, que desde Ecuador y Guyana inician su peligroso recorrido hacia el norte por los países de la región, buscando la frontera de Estados Unidos.
Desde que Nicaragua cerró su frontera en noviembre del pasado año, miles de cubanos quedaron varados, primero en Costa Rica, y más tarde en Panamá, y ahora todo parece indicar que la crisis se traslada a la frontera sur de Colombia, con Ecuador, y la norte, con el istmo panameño..
La funcionaria del Departamento de Estado, Katherin Fogerty, dijo este miércoles a Martí Noticias que Estados Unidos respalda “una solución amplia y coordinada” de la región al tema migratorio.
“Entendemos que los gobiernos regionales están trabajando para encontrar una salida al desafío migratorio cubano, incluyendo una solución amplia y coordinada, que se enfoque en prevenir la pérdida de vidas, asegurar que los derechos humanos de todos los emigrantes sean respetados y promover políticas migratorias ordenadas y humanas”, afirmó.
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El cierre de la frontera, anunciado el pasado lunes por el presidente Juan Carlos Varela, bajo el nombre de Operación Escudo, tomó por sorpresa a un nutrido grupo de cubanos que tras 20 días de travesía por la selva colombiana lograron llegar a Sapzurro, (Chocó, Colombia) en el límite con el poblado panameño de Puerto Obaldía, pero no pudieron cruzar al otro lado.
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“Hay que dar claridad a la opinión pública sobre que el pronunciamiento que se hizo por parte del Gobierno de Panamá va dirigido a controles. No es el cierre de frontera sino controles, frente al fenómeno del tráfico de migrantes. Este es un fenómeno que viene creciendo, y no es algo exclusivo de Colombia y Panamá, sino mundial; es por ello que el presidente Juan Carlos Varela ha manifestado que incrementará los controles, no para colombianos, sino para esta migración irregular que transita entre Colombia y Panamá“, explicó este miércoles Christian Krüger, director de Migración Colombia.
El funcionario, indicó que las autoridades colombianas tendrán que reforzar los controles en el paso fronterizo para contribuir con Panamá en materia de migración ilegal de personas.
Según datos de Migración Colombia, en lo que va de año se registra la detención de 224 personas en la frontera con ese país, mientras que en 2015 fueron detectados 8.855 migrantes irregulares, la mayoría de ellos cubanos. En 2014 se presentaron 2.111 casos similares.
El tráfico de personas, explicó Krüger. se ha convertido en el tercer negocio ilegal más lucrativo, detrás del narcotráfico y la venta ilegal de armas. En ese sentido, en el paso fronterizo con Panamá se presenta con más frecuencia el tránsito irregular de personas.
Aunque las declaraciones de Krüger tratan de calmar la inquietud general de los colombianos, las autoridades de Acandí-Chocó, municipio localizado en la frontera con Panamá, en la región del golfo de Urabá, se declararon preocupados por el cierre de la frontera ordenado por el gobierno del vecino país, con el fin de controlar el paso de emigrantes cubanos, africanos y asiáticos en su periplo hacia Centro América para proseguir luego hacia los Estados Unidos.
Temen otra crisis en frontera de Colombia con Panamá
Para Jasney Palacio, funcionaria del Ministerio Público de Acandí, la medida puede provocar un hacinamiento de extranjeros en los corregimientos de Capurganá y Sapzurro ll, adonde llegan más de 50 migrantes cada día, la mayoría haitianos y africanos.
Palacio dijo que hasta hoy la oficina de Migración que opera en Turbo (Urabá) continúa entregando salvaconductos para que los extranjeros puedan quedarse 10 días en Turbo y Acandí, mientras continúan hacia la frontera por el golfo de Urabá.
“Solicitamos al Gobierno que si la oficina de Migración sigue entregando ese salvoconducto, la Autoridad Marítima Nacional haga control y monitoreo en la frontera y, al mismo tiempo, el Estado brinde ayudas humanitarias”, dijo Palacio, según un reporte de Caracol Radio.
La funcionaria explicó que su municipio no tiene condiciones ni recursos para brindar la ayuda que necesitan los migrantes, mientras esperan continuar viaje hacia Estados Unidos.
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La misma preocupación comparte, Alejandro Abuchar González, el alcalde de Turbo, quien considera que con el paso de los días habrá una crisis y regresarán los coyotes que ya habían eliminado de la zona.
En declaraciones al diario colombiano El Tiempo, Abuchar advirtió que pronto la situación propiciará un incremento del tráfico de personas.
“Volverán las caminatas por trocha. Los emigrantes, en su afán de seguir su camino, buscarán la manera de llegar a Panamá y se embarcarán de noche, lo que está prohibido en el Golfo de Urabá por el peligro de las olas”, advirtió el alcalde.
Abuchar dijo que a Turbo llegan hasta 500 migrantes en un día, y el 70% son cubanos que no tienen las condiciones para volver a sus países, ni la voluntad, porque cuando llegan a la región llevan hasta tres meses de recorrido y lo que les falta es poco.
Colombia y Ecuador firman protocolo de deportación
En lo que representa un intento regional de superar el tráfico de personas hacia Estados Unidos, Colombia y Ecuador firmaron el martes un protocolo de deportación por el elevado flujo de emigrantes cubanos.
"Hoy hacemos esa firma, ese protocolo para los deportados, en donde ambos países vamos a recibir unas personas que estén de manera ilegal en el otro país con una serie de condiciones", dijo la canciller colombiana, Ángela Holguín, en una comparecencia en Bogotá junto a su homólogo ecuatoriano, Guillaume Long.
"Las autoridades de Colombia y Ecuador se comprometen a recibir a los ciudadanos de terceros países deportados que tengan registro de ingreso al país al cual serán entregados (...) y un documento de viaje o identificación válidos", agregó un comunicado el Ministerio de Exteriores de Colombia.
Por su parte el canciller ecuatoriano aseguró que consideran la crisis migratoria como "un problema estructural que como región, como América Latina y como América Central también debemos encarar con los Estados Unidos de Norteamérica".
Long mencionó que la Ley de Ajuste Cubano de 1966 y su política de "pies secos/pies mojados" incentiva la migración cubana hacia EE.UU.
"Creemos que difícilmente se va a frenar esa migración. Un día podrá ser un país, otro día otro, según los diferentes regímenes migratorios que imperen en estos países", agregó el canciller, quien apuntó que, en cambio, los migrantes latinoamericanos pueden estar décadas en ese país y ser víctimas de deportación si no regularizan su situación.
"Sabemos perfectamente que (...) el objetivo no es Colombia, el objetivo es más al norte, pero de todas maneras el tráfico pasa por Colombia, Ecuador igualmente ha venido trabajando, ya en el caso de la nacionalidad cubana, donde hemos tenido un flujo grande, pues ya requiere visa un ciudadano cubano para entrar al Ecuador, eso ayuda mucho", señaló la canciller colombiana.
También se les exigirá un boleto de regreso a su país de origen.
Holguín afirmó que los cubanos representan "aproximadamente el 70% de la migración ilegal" que pasa por su país y explicó que la mayoría de los cubanos empiezan su "periplo" en Ecuador, adonde llegan en avión, y desde donde salen para ingresar de manera ilegal a Colombia y, sucesivamente, a los distintos países de Centroamérica, hasta llegar a Estados Unidos.
En total, 3.180 emigrantes fueron arrestados a su paso por Colombia entre enero y marzo de 2016, frente a los 1.111 interceptados en el mismo período del año anterior, según Migración Colombia.