La demanda del turismo a Cuba ha desaparecido casi por completo para numerosas agencias de viaje en Estados Unidos, y muchos atribuyen la caída a la confusión generada por los cambios en la nueva política de la Casa Blanca hacia La Habana, informa la revista Travel Weekly.
Hace tres o cuatro años el teléfono “sonaba sin parar” con clientes deseosos de viajar a la isla, pero ahora la demanda es, si acaso, esporádica, dijo a la revista Janice Chieffo, de la agencia Protravel International en Laguna Beach, California.
“Mi negocio ha caído significativamente con la nueva Administración, porque Trump cambió las reglas”, dijo Chieffo, que hasta 2015 fue fiscal y empezó a dedicarse al negocio de los viajes desde que visitara la isla aquel año para participar en un seminario jurídico.
Lee también Cuba intenta llenar con cruceros europeos el vacío que dejó EEUUEl 5 de junio, a través del Departamento del Tesoro, la Casa Blanca eliminó la autorización de viajes educativos a Cuba para establecer contactos pueblo a pueblo bajo el auspicio de organizaciones estadounidenses que promovían esos viajes en grupo. Los viajes individuales al amparo de esa categoría ya estaban suspendidos desde el 9 de noviembre de 2017.
También, pero a través del Departamento de Comercio, decretó que las embarcaciones de pasajeros y de recreo (básicamente, cruceros y yates), así como los aviones privados y corporativos, serían inelegibles para recibir las licencias que hasta junio 4 de 2019 les permitían viajar a Cuba pese al embargo.
Lee también ¿Qué establecen y cómo operan los nuevos cambios en la política de EEUU hacia Cuba?Dentro de dos semanas, el 10 de diciembre, entra en vigor la suspensión de vuelos comerciales desde Estados Unidos a aeropuertos cubanos que no sean el José Martí, de La Habana, una medida que afectó a aerolíneas como American, JetBlue y Delta.
Chieffo dijo a Travel Weekly que, en la práctica, su negocio virtualmente se ha paralizado, y que por eso se vio obligada a dedicarse a promover y gestionar viajes de lujo a otros destinos.
En Chicago, otro agente de Protravel International, Stephen Scott, comenta que ahora los viajeros solo muestran interés en ir a Cuba ocasionalmente, y que todo se debe a la confusión.
“No saben si pueden ir o no pueden”, manifestó Scott a la revista. “Y si deciden ir, tienen la duda de si se meterán en problemas cuando regresen”.
Para Mathy Wasserman, gerente de la agencia Flying Giraffe Travel (Jirafa Voladora) en Los Ángeles, la prohibición de cruceros “acabó con la mayor parte del negocio para nosotros”.
La prohibición de vuelos a aeropuertos fuera de La Habana tendrá la misma repercusión que tuvo la prohibición de cruceros a la isla, comenta Wasserman. Aunque en última instancia siga siendo legal, ella cree que con las restricciones deja de ser interesante, y los clientes potenciales se preocupan.
Descartados los “contactos pueblo a pueblo”, la categoría más recomendada para los estadounidenses que quieran viajar a la isla después de junio de este año es la de “proporcionar apoyo al pueblo cubano”, declaró a la revista David Lee, dueño y operador de la compañía Cultural Cuba.
“Las cuestiones legales sobre Cuba están cambiando constantemente, y hay requisitos que deben tomarse en cuenta con toda seriedad”, dijo Lee. “Esto no es cosa de reservar un hotel y reservar un punto de tránsito y ya”.
En su sitio de internet, la agencia de Lee advierte que las tarjetas de crédito de Estados Unidos no pueden usarse en la isla, y que Cultural Cuba se encarga de pagar por anticipado los costos de alojamiento, que incluyen desayuno y servicio de wifi.