Además en una serie de redadas adicionales se incautaron explosivos y armas.
En lo que se considera un gran golpe contra ETA, la policía capturó en el suroeste de Francia a Albisu, considerado por las autoridades españolas como el jefe político de ETA desde 1993.
El terrorista fue detenido junto a su pareja, Soledad Iparraguirre, otra supuesta veterana del grupo armado.
Según informó en un comunicado el ministerio español del Interior, Iparraguirre también está acusada de estar implicada en por lo menos 14 asesinatos y es la mujer que ha alcanzado el puesto más alto en la organización terrorista.
Al final de la operación, un total de 21 personas sospechosas de tener vínculos con ETA fueron detenidas en el país galo.
En las operaciones de inteligencia y rastreo que buscaban las bases del grupo separatista vasco participaron docenas de agentes antiterroristas franceses y de los cuerpos policiales locales.
El ministro español del Interior, José Antonio Alonso, dijo que se descubrieron más de un mil kilogramos de explosivos, ametralladoras, granadas, lanzagranadas y municiones.