El gobernante cubano Raúl Castro recibió el jueves al ministro de Exteriores de Italia, Paolo Gentiloni, con quien conversó sobre los procesos de diálogo que Cuba mantiene con Estados Unidos y la Unión Europa (UE) y que, según dijo, son "independientes" y deben avanzar "sin obstruirse mutuamente".
"Compartimos con el Gobierno cubano que los procesos de diálogo con EE.UU. y la UE son dos procesos muy importantes, uno de importancia más histórica y otro, económica, pero no se deben vincular", señaló a la prensa Gentiloni tras su encuentro con Castro.
El Ministro italiano expresó que la UE debería tener "contactos más frecuentes" con las autoridades cubanas para acelerar las negociaciones sobre acuerdo de diálogo político y de cooperación, y lograr "pronto" progresos. "Mi país trabajará para impulsar el proceso en esa dirección", subrayó Gentiloni.
El Canciller confirmó que durante su encuentro con Castro abordó las posibilidades de aumentar las relaciones económicas y comerciales entre los dos países. Según dijo, el comercio bilateral supone "varios centenares" de millones de euros e Italia es el segundo país de la UE en intercambio comercial con la isla, cantidades que aumentarán de "manera significativa" en el actual contexto de "actualización del modelo económico de Cuba".
Anunció que una delegación de pequeñas y medianas empresas de Italia, encabezada por el Viceministro de Industria, visitará Cuba los próximos 4 y 5 de mayo, coincidiendo con la Feria Internacional de Turismo de La Habana de la que Italia será el invitado de honor.
Explicó que el turismo es una de las áreas en las que se puede ampliar la cooperación económica entre pequeñas y medianas empresas de ambos países, aunque señaló que hay empresas grandes de Italia, del sector de las energías renovables, "muy interesadas" en invertir en la isla. Además, Gentiloni anunció que "antes del verano", el Instituto italiano de Comercio Exterior abrirá una oficina en La Habana.
En su visita de dos días a Cuba, el titular italiano se reunió, además de con Raúl Castro, con el canciller Bruno Rodríguez, con responsables de los ministerios de Energía y Minas y Comercio Exterior, y con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana.