Canadiense demanda que nieguen visa a familiares de su esposo cubano

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Fotografía de la pareja, publicada en el periódico canadiense Toronto Sun.

Raúl Óscar Álvarez Hervas ha sido acusado de violencia doméstica contra su esposa en repetidas ocasiones. La petición de Deborah Parsons es el más reciente episodio en su tumultuosa relación.

Una ciudadana canadiense reclama a las autoridades de Inmigración y Extranjería de su país que impidan la entrada a Canadá al hijo y la madre de su esposo, acusado en repetidas ocasiones de violencia doméstica.

Deborah Parsons conoció a quien se convertiría en su esposo, Raúl Óscar Álvarez Hervas en febrero de 2003, durante unas vacaciones en la isla, cuando este rescató a su hermana tras un accidente de paracaídas de pendiente, detalla el periódico canadiense Toronto Sun.

Tres meses después regresó a Cuba y se casó con él, pero Álvarez Hervas no pudo acompañarla a Canadá hasta pasados dos años y miles de dólares gastados en papeleo, facturas de teléfono de larga distancia, 10 vuelos de regreso y regalos para él y su familia.

Cinco meses después de su llegada, Álvarez Hervas desapareció durante 18 meses. Como llegó a territorio canadiense antes de 2012, el cubano no necesitó vivir con su patrocinador canadiense durante 2 años para mantener su estatus de residente permanente.

En 2008, Álvarez Hervas convenció a Parsons de retomar su relación amorosa, pero en junio de ese año él la golpeó, según declaraciones de Parsons. La policía de Toronto le imputó robo de menos de $5.000, dos cargos de amenaza de muerte y asalto con un arma.

La esposa canadiense declinó llevarlo a juicio y prefirió someterlo a un programa de manejo de ira para esposos abusivos. Aun así se reconciliaron una vez más y permanecieron juntos por 18 meses hasta que Álvarez Hervas la abandonó nuevamente.

Parsons, quien trabaja en una compañía organizadora de eventos, cayó bajo los encantos del cubano una vez más en 2012. Durante ese tiempo Álvarez Hervas aprovechó para invitar a Canadá a su madre e hijo, como paso previo para que se establecieran permanentemente.

Luego de la partida de sus familiares, él la echó de la casa, ante lo que ella demandó la devolución del dinero que había empleado en la visita de los familiares. A la negativa de Álvarez Hervas siguió un nuevo episodio de violencia.

El 26 de octubre de 2012, la policía lo acusó una vez más de asalto. Álvarez Hervas se declaró culpable en abril pasado y fue condenado a otro programa de manejo de la ira, así como seis meses de libertad condicional. Ella no lo ha visto desde entonces, cuenta la publicación.

Parsons, ahogada en deudas y vergüenza, asegura que finalmente ha abierto los ojos y pide a las autoridades de Inmigración que no permitan Álvarez Hervas, con quien permanece legalmente casada, llevar a Canadá a su madre e hijo.