“Demanda ciudadana por otra Cuba” exige al gobierno la práctica inmediata de las garantías legales y políticas refrendadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Varias semanas atrás vio la luz el documento “Demanda ciudadana por otra Cuba”, firmado por centenares de cubanos de la Isla y de la diáspora, exigiendo al gobierno la práctica inmediata de las garantías legales y políticas refrendadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a través de la ratificación de la firma de los Pactos de los Derechos Políticos y Civiles y de los Derechos Económicos Sociales y Culturales, que fueron firmados por las autoridades cubanas el 28 de febrero de 2008 en Nueva York, y hasta el momento han sido papel mojado para todos los cubanos.
Dicha demanda fue entregada en la sede de la Asamblea Nacional como constancia del apego a los derechos que nos reconoce la Constitución de Cuba, así como de la definitiva voluntad de luchar por los cambios que permitan una transición democrática en la Isla.
En correspondencia con la Demanda Ciudadana, recientemente se ha iniciado una campaña a nivel nacional para recabar la firma de los ciudadanos cubanos que consideren su derecho sumarse a este reclamo cívico. Se trata de una acción legal reconocida por la Constitución, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos –de la que, en su surgimiento, Cuba fue animadora y signataria– y por los referidos Pactos. Es urgente que los cubanos comprendan que los cambios que soñamos solo podremos lograrlos por nosotros mismos. Sabemos que el gobierno tampoco va a responder esta vez a nuestros justos reclamos. Sabemos que las fuerzas represivas van a incrementar su acoso contra los activistas cívicos de la campaña; pero –más allá del número de firmantes y de la reacción oficial– se trata, sobre todo, de una acción moral impostergable. Esta es una acción que reclama la presencia de todos los cubanos dignos, con independencia de su ideología, sus simpatías políticas o su credo religioso. Se trata de rescatar el civismo y la vergüenza para nosotros mismos.
En los meses venideros, la campaña “Por otra Cuba” se desarrollará mediante iniciativas de carácter cultural y cívico: conciertos, performances, plegables y muchas más. Esperamos que todos los cubanos de vocación democrática nos apoyen en esto y nos ayuden a divulgar tanto las actividades de la campaña como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en particular los referidos Pactos. Es preciso que cada cubano conozca sus derechos y los practique. ¡Quién sabe si quizás estemos gestando un plebiscito a favor de la libertad y de la democracia en Cuba!
Publicado en el blog Sin EVAsión el lunes 6 de agosto del 2012.
Dicha demanda fue entregada en la sede de la Asamblea Nacional como constancia del apego a los derechos que nos reconoce la Constitución de Cuba, así como de la definitiva voluntad de luchar por los cambios que permitan una transición democrática en la Isla.
En correspondencia con la Demanda Ciudadana, recientemente se ha iniciado una campaña a nivel nacional para recabar la firma de los ciudadanos cubanos que consideren su derecho sumarse a este reclamo cívico. Se trata de una acción legal reconocida por la Constitución, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos –de la que, en su surgimiento, Cuba fue animadora y signataria– y por los referidos Pactos. Es urgente que los cubanos comprendan que los cambios que soñamos solo podremos lograrlos por nosotros mismos. Sabemos que el gobierno tampoco va a responder esta vez a nuestros justos reclamos. Sabemos que las fuerzas represivas van a incrementar su acoso contra los activistas cívicos de la campaña; pero –más allá del número de firmantes y de la reacción oficial– se trata, sobre todo, de una acción moral impostergable. Esta es una acción que reclama la presencia de todos los cubanos dignos, con independencia de su ideología, sus simpatías políticas o su credo religioso. Se trata de rescatar el civismo y la vergüenza para nosotros mismos.
En los meses venideros, la campaña “Por otra Cuba” se desarrollará mediante iniciativas de carácter cultural y cívico: conciertos, performances, plegables y muchas más. Esperamos que todos los cubanos de vocación democrática nos apoyen en esto y nos ayuden a divulgar tanto las actividades de la campaña como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en particular los referidos Pactos. Es preciso que cada cubano conozca sus derechos y los practique. ¡Quién sabe si quizás estemos gestando un plebiscito a favor de la libertad y de la democracia en Cuba!
Publicado en el blog Sin EVAsión el lunes 6 de agosto del 2012.