Un ministro egipcio afirmó el sábado que de momento no se privilegia ninguna "hipótesis" para explicar la caída del avión ruso hace una semana, aunque fuentes cercanas a las investigaciones se inclinan "con fuerza" por la tesis de un atentado.
El Reino Unido y Estados Unidos le dan prioridad clara al escenario de una bomba en el interior del A321 de la compañía rusa Metrojet, que se estrelló el 31 de octubre minutos después de despegar de Sharm el Sheij con destino a San Petersburgo, causando la muerte de las 224 personas a bordo.
Según dijo a la AFP una fuente cercana a la investigación, los datos de las cajas negras demuestran que "todo sucede de manera normal" hasta el minuto 24, cuando brutalmente estas cajas dejan de funcionar, un fenómeno que sustenta la hipótesis de una "muy súbita despresurización explosiva". Ello permite "privilegiar fuertemente" la hipótesis de una atentado con bomba.
"La hipótesis de una explosión originada por un fallo técnico, un incendio u otra cosa parece sumamente improbable, ya que los aparatos que graban hubieran señalado algo antes de la ruptura y/o los pilotos hubieran dicho algo", estimó esta fuente.
"Un avión no deja de transmitir datos tan bruscamente en plena altitud de crucero si no ocurre una súbita explosión", puntualizó.
El grupo Estado Islámico (EI), cuya rama egipcia es muy activa en el norte de la península de Sinaí, afirmó ser responsable de la caída del avión, pero sin explicar cómo lo consiguió.
Otra fuente explicó que el análisis de las cajas negras revela el carácter "brutal" y "súbito" de lo ocurrido, y que en las fotos de los restos del avión, algunos de ellos parecen llenos de impactos del interior hacia el exterior del aparato, "lo cual tiende a dar crédito a la tesis de un artefacto pirotécnico".
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto dijo este sábado que su país no privilegia por ahora ninguna "hipótesis" en la caída del avión.
En rueda de prensa, Sameh Shukry declaró que los datos de inteligencia extranjeros que apuntan a que el avión estalló por una bomba, y que llevó a varios gobiernos a imponer restricciones en los vuelos a Egipto, "no han sido proporcionados hasta el momento a los servicios de seguridad egipcios".
Rusia optó primero por la prudencia frente a la hipótesis de una atentado, pero el viernes el presidente Vladimir Putin ordenó suspender los vuelos de las compañías aéreas rusas hacia Egipto.
El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi y Putin acordaron posteriormente reforzar la coordinación para garantizar la seguridad aérea y que se reanuden los vuelos rusos lo más pronto posible, indicó la presidencia egipcia.
Cerca de 80.000 turistas rusos permanecen en Egipto, pero no habrá una evacuación de emergencia, pues los turistas pueden regresar a Rusia cuando lo deseen, dijo este sábado a la AFP una portavoz oficial.
"Cerca de 80.000 turistas se hallan en Egipto", afirmó Irina Tiurina, portavoz del sindicato ruso de la industria turística, tras una reunión gubernamental. "No habrá evacuación", precisó.
La repatriación empezó en cambio para los 20.000 turistas británicos presentes en Sharm el Sheij, balneario ubicado en el sur de la península del Sinaí.
Ocho vuelos ya han aterrizado en el Reino Unido desde el viernes. Los turistas volvieron solamente con su equipaje de mano, mientras el resto de las maletas será enviado posteriormente.
Por otro lado, en Washington, el secretario estadounidense de Seguridad Interior anunció que por "precaución" se había solicitado a "algunos" aeropuertos de Medio Oriente reforzar sus medidas de seguridad para los vuelos con destino a Estados Unidos.
La tragedia del avión ruso podría por otro lado asestar otro durísimo golpe al turismo en Egipto, un país ya afectado por años de inestabilidad tras la caída de Hosni Mubarak, al término de una revuelta popular en 2011.