El consumo de café puede retrasar el reloj biológico

  • Jesús Rojas / Radio Martí

La investigación es la primera sobre el efecto de la cafeína en el ritmo metabólico de 24 horas.

Un estudio de la Universidad de Colorado revela que la cafeína, además de sus efectos conocidos en el metabolismo, produce un retraso de 40 minutos en el ritmo circadiano humano al afectar el auge de la melatonina en horas nocturnas.

No es un secreto para nadie que el café ayuda a sentirse más despierto, pero un reciente estudio ha demostrado que las personas que recibían una dosis de cafeína horas antes de dormir presentaban un retraso de 40 minutos en sus ritmos circadianos.

Un grupo de científicos ha descubierto que la cafeína, además de sus efectos ya conocidos en el organismo humano, también puede retrasar el reloj biológico.

Un nuevo estudio realizado por Kenneth Wright y sus colegas de la Universidad de Colorado, y John O'Neill, del Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council en Cambridge, ha revelado que la cafeína introduce un retraso de más de media hora en el ritmo metabólico de 24 horas.

"Ha habido estudios en otras especies como algas y moscas de la fruta, sugiriendo que la cafeína podría afectar el reloj circadiano, pero no se había hecho nada en los humanos", explica Wright comentando el estudio que se ha publicado en Science Translational Medicine, informa el diario The Scientist.

En la investigación, cinco participantes permanecieron en condiciones estrictamente controladas durante 49 días. Tres horas antes de dormir recibieron o una dosis de cafeína equivalente a un expreso doble, una exposición a la luz fuerte o débil, o un placebo.

A continuación, los investigadores les tomaron muestras de saliva para medir los niveles de melatonina, una hormona que se acumula en el cuerpo en las horas de la oscuridad e indica que es el momento de dormir.

Según el estudio, las píldoras de cafeína retrasaban el auge de la melatonina nocturna en aproximadamente 40 minutos, la mitad del cambio provocado por la luz brillante, un estímulo bien conocido por alargar la fase circadiana.