Las autoridades cubanas informaron que el Banco Central de Cuba de conjunto con el Ministerio de Finanzas y Precios habilitarán un fondo de 1,800 millones de pesos destinados al fomento agropecuario con el propósito de mejorar la producción de alimentos en la nación.
Según ha explicado el Ministerio de la Agricultura el Banco de Fomento Agrícola evaluará qué entidades productivas son las que pueden beneficiarse con este financiamiento pero son las llamadas "Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial" las encargadas de realizar la propuesta de los candidatos a obtener los beneficios de la Banca de Fomento y luego "se emite una certificación que plantea que los productores cumplen los requisitos".
Mientras tanto, agricultores y expertos en la temática, dijeron a Radio Televisión Martí, que la medida no tendrá un impacto para solucionar la crisis alimentaria que sufre el país y que los únicos beneficiarios serán las empresas agropecuarias controladas por los militares.
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El usufructuario Daniel Alfaro Frías, en San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, señala que lo que debe hacer el Banco Central es pagarle a los campesinos los que les debe.
“Ese dinero ellos lo van a poner en empresas de su conveniencia, hay en estos momentos en San Antonio unidades agropecuarias controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarios (FAR), a las que si les están inyectando parte de este dinero, es decir en empresas militares agropecuarias es donde lo están poniendo”, afirmó Alfaro.
Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, advierte que la medida no mejorará la producción de alimentos en el campo.
“Se va a seguir enriqueciendo Acopio, las cooperativas y unidades de producción agrícolas controladas por militares, al final todos estos fondos van a para allí”, enfatizó Esteban.
Es más burocracia y centralismo estatal, concluye desde Mayarí en la provincia de Holguín, el productor agrícola, Osmel Ramírez Álvarez.
“Este fondo se está presentando como algo nuevo para impulsar un poco más la agricultura, pero la única forma de conseguir esto no es con las arcas deprimidas del Estado y con las exigencias del gobierno, sino liberando las fuerzas productivas del agro y liberando el acceso al crédito”, recomendó Osmel.
Desde Bayamo, el agricultor Emiliano González destaca que este dinero quedará en manos de la misma ineficiente empresa estatal.
“No veo ningún tipo de posibilidad de una mejoría para nosotros, porque lo que hay que hacer es empoderar al campesino, darle recursos a los hombres del campo que tengan posibilidades de producir, eliminar Acopio, es lo ideal para producir alimentos y salir de la crisis", asegura.
El sociólogo y asesor de emprendedores, Ángel Marcelo Rodríguez Pita, apunta que es muy poco lo que invierte el Estado en la agricultura.
“El presupuesto dedicado al tema agrícola en el país es apenas el 5 %, una cifra ínfima en comparación con lo que necesita el sector agropecuario”, dijo el experto.
Para el economista Elías Amor Bravo este fondo no beneficiará en nada a los campesinos cubanos.
“Al sector agropecuario cubano no lo salvan con esos millones de pesos, esa cantidad es ridícula y se van a concentrar en aquellos proyectos que ellos tienen interés, es una burla para los agricultores cubanos”, aseguró el académico.
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La publicación especializada en temas económicos The Economist señaló en julio que Cuba enfrenta la peor escasez de alimentos desde la década de 1990, por los errores del gobierno comunista y la escasez de dólares.
The Economist dijo que el régimen es incapaz de impulsar la producción agrícola o atraer inversores extranjeros: "Las empresas que producen alimentos en Cuba solo ganan pesos, que tienen poco valor internacionalmente, pero deben comprar casi todos sus insumos en el exterior en moneda extranjera. El gobierno exige que los agricultores vendan su cosecha al estado a precios no competitivos e impone reglas draconianas sobre el manejo del ganado".
La revista destacó entonces el descontento popular ante la crisis y recomendó que la mejor manera de remediarla sería implementar más y mayores reformas económicas, a un ritmo más rápido, comenzando por las granjas y las pequeñas empresas.