El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, no mencionó a Cuba entre los casos más graves del mundo durante el discurso inaugural del Foro UE-ONG sobre Derechos Humanos celebrado este 14 y 15 de diciembre, en Bruselas, para abordar las “situaciones de crisis y conflictos” y “poner fin a la impunidad”.
De América Latina solo se refirió a Colombia, en la larga lista de países señalados.
Buena parte de su intervención estuvo centrada en destacar que la Unión Europea ya cuenta con un régimen sancionador contra los violadores: “Estoy feliz de poder presentar el Régimen Global de Sanciones de Derechos Humanos. No fue fácil, pero ahora existe este instrumento legal y lo hemos comenzado a utilizar”, dijo.
Esta semana, el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE utilizó ese mecanismo para “sancionar a las autoridades iraníes” por la “brutal represión contra las mujeres” y por la “aplicación de la pena de muerte a un par de manifestantes”, según avanzó el alto representante.
También confirmó que “se han prolongado las sanciones contra personas y entidades chinas, responsables de la detención masiva y la persecución de los uigures en Xinjiang”.
Según Borrell, Bruselas utiliza todas sus “capacidades políticas o canales para poner de relieve las violaciones de los derechos humanos y promover la rendición de cuentas” en el Consejo de Derechos Humanos.
“Y aquí somos implacables. Iniciamos y presionamos para resoluciones contundentes. No siempre es fácil, porque los países que integran el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas hacen sus cálculos políticos para apoyar, o no, iniciativas”, indicó.
Entre los casos específicos de situaciones graves de derechos humanos, Borrell señaló a Afganistán, Myanmar, China, Bielorrusia, Gambia, Sudáfrica, Somalia, Etiopía, Rusia, Irán y Colombia.
En representación de las ONG cubanas participó el activista Léo Juvier-Hendrickx, presidente de Cubanos Libres de Bélgica, quien intervino “en defensa de los derechos humanos y de la democratización de Cuba”. También dijo haber sostenido reuniones con varias instituciones, como el Parlamento Europeo y el Servicio Exterior, “que se han comprometido en incluirnos para los próximos diálogos”.