Con pocas horas de diferencia y en la víspera de la “elección” este jueves de los presidentes de la república, la Asamblea Nacional y el Consejo de Estado, fueron detenidos en La Habana los periodistas independientes Boris González Arenas e Iliana Hernández.
Aunque González Arenas llamó la tarde del miércoles a su esposa y le dijo que estaba en un calabozo de la estación policial de San Miguel del Padrón, el oficial de carpeta negó repetidamente que lo tuvieran allí, y no hubo ningún reporte oficial de su detención hasta la mañana del jueves.
Cerca del mediodía del jueves, la profesora Omara Ruiz Urquiola publicó en su cuenta de Facebook una foto donde ella, el activista Oscar Casanella y el director de teatro Adonis Milán aparecen en la estación de San Miguel del Padrón, y en un mensaje posterior dice que le habían confirmado que González Arenas está "en los calabozos de atrás".
Antes, el oficial de carpeta les dijo que sí estuvo detenido allí y que ya había salido. Pero la única salida reportada por personas cercanas al periodista independiente habría ocurrido aproximadamente a las 2:40 de la tarde del jueves, según otro mensaje de Ruiz Urquiola.
Entrevistada por la periodista de Radio Martí Ivette Pacheco, la esposa de González Arenas, Juliette Isabel Fernández Estrada, le contó que había acudido el jueves temprano a la estación de policía de Zapata y C, en el Vedado.
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Allí le confirmaron que Boris estaba en la unidad de San Miguel del Padrón, y que el motivo del arresto era "actividad CR, como le llaman ellos, por actividad contrarrevolucionaria". Dijo también que más tarde iría personalmente a San Miguel del Padrón para exigir reunirse con un superior de la unidad policial.
Ruiz Urquiola había informado el miércoles en su cuenta de Facebook que Hernández estaba detenida en la estación de policía de Guanabacoa. El cargo: alteración del orden público.
A Hernández se la llevaron precisamente cuando estaba reportando el arresto de González Arenas, como puede verse en el video sobre estas líneas, compartido por Cibercuba.
De no haber sido por un testigo, la familia de González Arenas no se hubiese enterado que había sido víctima de una operación de secuestro.
“Como a las 12:20 del mediodía se llevaron detenido a Boris González Arenas (dos personas vestidas de civil lo entraron en una patrulla de la Policía), cuando llegaba a la entrada de nuestro edificio, de donde había salido por la mañana”, escribió su esposa en Facebook el miércoles.
Como es usual, quienes lo detuvieron no le informaron a ella ni le permitieron al periodista que le avisara, escribió Fernández Estrada.
“De no ser por ese testigo yo, que estoy en mi trabajo desde temprano, jamás me habría enterado”, dijo. “No tengo idea del motivo de este secuestro, porque no es otra cosa”.
Poco después de haber conversado con Radio Martí para compartir la noticia, a Iliana Hernández le pasó lo mismo, con la diferencia de que en ese caso el “arresto” quedó grabado.
“Todavía no sabemos adónde [llevaron a González Arenas] ni tenemos ninguna información”, dijo entonces Hernández. “Yo me imagino que a lo mejor, como mañana van a elegir... ellos cuando tienen algo así nos detienen”.
Hernández dijo “nos detienen”, y no pasó mucho antes de que ella también fuera detenida. La noche del miércoles, varias llamadas directas al número de la estación de policía de Guanabacoa, que Ruiz Urquiola compartió en Facebook, dieron timbre largo rato sin que nadie respondiera.
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“Llamé y el oficial de carpeta me dijo que [a Iliana Hernández la habían arrestado] por alteración del orden”, le contó Ruiz Urquiola a RadioTelevisiónMarti.com. “El caso de Boris [González Arenas] es más preocupante".
Repetidas llamadas la noche del miércoles desde Radio Televisión Martí al número de la unidad policial de San Miguel del Padrón, que Ruiz Urquiola también compartió en Facebook, dieron tono de ocupado.
Poco después de las 6 de la tarde del miércoles, la esposa de Boris González Arenas publicó el siguiente mensaje en su cuenta de Facebook:
“Me llamó por teléfono, desde un celular. Casi no podía escucharlo, pero dijo que estaba en un calabozo de la estación de San Miguel del Padrón. Cuando le pregunté el motivo que declararon para la detención, se cortó la llamada.
“Acto seguido llamé a esa estación, conocida como La Oncena, y me dijeron que allí no está. No sería raro que mintieran descaradamente, porque en casi la totalidad de los casos ocultan su paradero, pero esto me hace hasta dudar de mí misma: ¿seré yo la que está equivocada? ¿habré escuchado mal a Boris?
“Llamé también al celular desde donde se hizo la llamada y una mujer me respondió que no conoce a ningún Boris y que yo estaba equivocada.
“En el teléfono de Información de la PNR dicen que ‘no aparece como detenido en el sistema’, una frase que estoy cansada de oír durante años. Y oigan esto, dicen que si fue detenido en el Vedado tiene que estar en alguna estación de Plaza, como si Boris no hubiera pasado antes por el Vivac de Calabazar, la estación del Cotorro, la de San Miguel del Padrón, la del Cerro, etcétera.
“La situación coyuntural no afecta a la Seguridad del Estado, está claro: parece que ellos tienen suficiente combustible para distribuir a sus secuestrados por los confines de la ciudad”.