La líder del Gobierno de Myanmar, Aung San Suu Kyi, dijo el jueves que los dos periodistas de Reuters encarcelados en el país podían apelar su condena a siete años de prisión, y que su encarcelamiento no tenía nada que ver con la libertad de expresión.
Preguntada sobre qué pensaba como líder democrática sobre el encarcelamiento de periodistas, Suu Kyi dijo: “No fueron encarcelados porque fueran periodistas, fueron encarcelados porque ... el tribunal ha decidido que han violado la Ley de Secretos Oficiales”.
La líder política hizo sus comentarios en el Foro Económico Mundial sobre la ASEAN en Hanoi, en respuesta a una pregunta del moderador del foro, quien le preguntó si se sentía cómoda con los periodistas en prisión.
Los periodistas, Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, fueron declarados culpables de cargos sobre secretos oficiales y condenados a principios de este mes, en un caso histórico considerado como una prueba del avance hacia la democracia en Myanmar.
Su encarcelamiento ha provocado numerosas muestras de apoyo internacional, incluyendo un llamamiento a su puesta en libertad del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. Los periodistas estaban investigando el asesinato de ciudadanos Rohingya por las fuerzas de seguridad cuando fueron detenidos en diciembre pasado, y se habían declarado inocentes.
“Me pregunto si mucha gente realmente ha leído el resumen de la sentencia, que no tuvo nada que ver con la libertad de expresión en absoluto, sino con una Ley de Secretos Oficiales”, dijo Suu Kyi.
“Si creemos en el Estado de Derecho, tienen todo el derecho de apelar el fallo y explicar por qué el juicio fue erróneo”.
Los veredictos de culpabilidad de los dos periodistas de Reuters el 3 de septiembre han dividido a la opinión pública en Myanmar. El miércoles, Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron distinguidos por una fundación creada por Win Tin, uno de los presos políticos más destacados del país y un aliado cercano de Suu Kyi. Al conceder el prestigioso premio, la fundación dijo que se opondría a sus condenas y exigiría su liberación.
Unos 700.000 musulmanes Rohingya huyeron de Rakhine después de que tropas gubernamentales lideraran una brutal represión en ese estado de Myanmar en respuesta a los ataques del Ejército de Salvación Rohingya de Arakan contra 30 puestos policiales de Myanmar y una base militar en agosto de 2017.
[agencia Reuters]