La segunda sesión de la conferencia de ASCE comprende una variedad de temas que si bien no caben en una cuartilla merecen una apretada síntesis. Desde cuestiones macroeconómicas hasta la compleja urdimbre del Estado, la sociedad civil y la oposición en Cuba, con Lenier González Mederos y Roberto Veiga González buscando según ellos una mirada certera de la Cuba actual y el futuro de la oposición cubana, pasando por la propuesta de Arturo López-Levy sobre una enigmática oposición leal, seguido del debate sobre el empleo por cuenta propia, la exportación de servicios médicos, la agricultura, el turismo y una ingeniosa ponencia de Orlando Luis Pardo Lazo titulada, Inversiones, ¿para qué?, parodiando aquella funesta pregunta que puso fin a la República, Elecciones, ¿para qué? Coronado por una serie de ponencias de ajuste fiscal, impuestos y expansión global no menos importantes pero reservadas para veteranos funcionarios del Fondo Monetario Internacional como Ernesto Hernández Catá y Carlos Quijano del Banco Mundial.
Pero tal vez lo más sobresaliente de esta segunda sesión y en su conjunto de la vigésima tercera edición de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana es la presencia de un numeroso grupo de cubanos oficialistas e independiente de la isla. Durante décadas, el gobierno cubano puso toda clase de obstáculos para impedir que la realidad de intramuros se conociera en el exterior. Todavía lo intenta, pero parece que ya no puede evitarlo.
María Elena Mir, Secretaria General de la Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba, ha encontrado en ASCE el ámbito indicado para relatar la ardua lucha que ellos mantienen a diario, pecho a pecho con el movimiento laboral dentro de la isla. Somos sometidos a detenciones y presiones psicológicas, pero nos mantenemos porque sabemos que la clase trabajadora lo merece y estamos en el camino correcto, dijo la activista obrera.
Entre los logros del movimiento laboral independiente también se cuenta un estudio realizado por ellos sobre el trabajo por cuenta propia, presentado en la conferencia de ASCE por la Secretaria General del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos, Maybell Padilla Pérez. Según ella el resultado del sondeo confirmó sus expectativas: el trabajo por cuenta propia llegó para quedarse, los impuestos son excesivamente altos, el procedimiento es burocrático y el Estado no acepta el trabajo por cuenta propia de los profesionales. Sin embargo, Padilla Pérez pone en duda la respuesta a una pregunta sobre el origen de las inversiones del cuentapropismo.
Dicen que sí, que proviene de los ahorros, pero en Cuba no hay quién ahorre; quien ha invertido en trabajo por cuenta propia es remesas que llegan fuera de Cuba.
También cabe destacar el testimonio del periodista independiente Vicente Morin Aguado sobre cómo la maquinaria mediática del Estado presenta las reformas como una cosa triunfalista y recomienda valorar la prensa cubana no por lo que dice sino por lo que deja de decir.
La conferencia de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana concluirá mañana sábado con una abundancia de experiencias que tomará algún tiempo someter a estudio y meditar sobre ellas.