La obra del artista plástico y también escritor, Julio Lorente, te invita a sumergirte en el imaginario de los símbolos, de los héroes, los personajes históricos del siglo XX, la cotidianidad y el compromiso político.
Lorente nació en Manzanillo, en el oriente de Cuba, cursó estudios en La Habana, en la Universidad de las Artes (ISA). Vivió cinco años en Rusia, regresó a su país y, después de su paso por España, se ha radicado en Miami.
“En mi familia el antecedente directo fue mi tío, escultor y graduado del Instituto Superior de Arte, quien de alguna manera advirtió mi talento y se convirtió en una especie de guía para mí”, dijo el artista en entrevista con el programa radial ARTExpress.
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“Agradezco mi precocidad de tener una visión crítica acerca de la idea del poder en Cuba, graduándome de nivel medio, rebasando la adolescencia y comenzando mi carrera universitaria se radicalizó esa perspectiva, afianzándose en mí la noción crítica de lo que sucede en Cuba, a partir de esto comienza esa contundencia, esa gravedad que fue tomando mi obra en el tiempo, que es totalmente crítica y radical, hasta el día de hoy”, afirmó.
“Estuve viviendo en Rusia tres años, fui a estudiar y decidí probar suerte como todo emigrante, intenté echar raíces, pero fue muy difícil porque el comunismo es una enfermedad y como enfermedad deja estigmas en la conciencia y la cultura de los pueblos. Pude comprobar lo que sucede con los países post-comunistas que han pasado por ese trauma y cómo elementos de esa radicalización, de esa tradición infesta que es el comunismo, siguen en la sociedad e incluso operando de la misma manera. Aunque cambien los sistemas económicos, fue difícil mi estancia, las personas seguían con los mismos comportamientos, la institucionalización del Estado está muy presente, por eso decidí regresar a Cuba”, acotó el escritor.
Lee también "Es esperanza, es un rayo de luz", dicen familiares de presos del 11J sobre declaraciones del cardenal StellaEn febrero de 2023, su obra "Amor Fati" (óleo sobre lienzo) fue obsequiada al Cardenal Beniamino Stella, durante las celebraciones por el 25 aniversario de la visita de Juan Pablo II a Cuba. Actualmente forma parte de la colección de arte de la Santa Sede del Vaticano.
Martí como elemento referencial de la sociedad
El artista explicó que en su pintura José Martí siempre ha sido un referente. "Desde joven he sido muy estudioso de la historia, que en un momento se vuelve un deber porque de ahí venimos y eso nos condiciona”.
“En mi caso siempre he equiparado mi obra con la historia y por supuesto la figura de Martí que es un elemento referencial a la hora de pensar lo que como sociedad hemos aspirado y lo que hemos concretado finalmente. En un primer momento era muy devoto de su figura, algo a los que nos condicionaron desde pequeños, pero después encontré ciertos enfrentamientos críticos con sus propios pensamientos y ciertas contradicciones (...) Reconozco su valor e integridad como persona y sujeto político. Es algo que se traduce en mi obra, esa pulsión de afecto y crítica con José Martí, como referencia para la historia de Cuba, algo que se nota en mis pinturas, lo que pienso para bien o mal de Martí y de la historia, ese rejuego crítico y conceptual entre los matices que conforman la creación y la vida misma”, comentó el artista plástico.
"Al final es algo de lo que hemos adolecido los cubanos en la cultura histórica, la posibilidad de hallar matices, entender que la realidad es plural, no totalitaria, en este caso con Martí, pero también en el plano más amplio de la historia como universo temático en mi obra", acotó Lorente.
Cuando el artista es declarado enemigo público
“He sido tildado como un artista polémico. En Cuba tuve muchas situaciones, mi última exposición fue en el año 2019, porque, a partir de ahí, las instituciones cubanas se cerraron para mí, lo que se tradujo en una mayor radicalización de mi postura política. El artista que se enfrenta al gobierno, lo critica, lo reduce e incluso, se burla, es declarado un enemigo casi público. Penosamente hoy en día sigue así y hoy aún más radical”.
“Si tuviera que elegir algunas de mis obras, casi como un ultimátum, escogería esta última serie que estoy trabajando, donde agrupo la figura de Jesús, la Virgen María, en cierta noción teológica, de fe, pero vista desde la óptica de lo político. Una conjunción entre la fe y lo que está sucediendo ahora mismo en Cuba. Es este corte de obra que abre un espacio diferente en mi creación con el abordaje político y crítico de lo que sucede en Cuba con la inclusión de la fe y de lo sublime”, detalló el artista.
Lorente recordó al escritor cubano que murió exiliado, Reinaldo Arenas (1943-1990), cuando afirmaba “que el exilio es una patria en blanco”.
"Nos toca reconstruirla en ese espacio. Conversaba con un amigo que Cuba es esa cruz invisible que cada cubano lleva a sus espaldas, no se aleja de ti, la pones en perspectiva, pero no la abandonas, porque nacimos allá y la relación con la tierra es la relación ؚprimera del hombre, eso espiritualmente nos marca”, afirmó.
“Esta añoranza se tradujo en un proyecto de investigación que estoy realizando junto a Antonio Correa Iglesias, profesor de la Universidad de Miami (UM), que se titula “Cuba, historia y perspectivas de una escatología” y es una investigación sobre la historia de Cuba, con una visión más ontológica que histórica, es una crítica metapolítica de lo que ha sucedido en la historia cubana, ahondando por qué ha sucedido esto y qué nos ha permitido llegar como nación. Gracias al apoyo de amigos e instituciones implicadas hemos avanzado en el proyecto, esperando que este año pueda convertirse en un libro físico”, concluyó Lorente.