En paradero desconocido se encuentra en este momento el pastor evangélico Alain Toledano Valiente, quien fue arrestado este viernes.
El líder religioso, abiertamente crítico con el régimen de Cuba, fue detenido cuando denunciaba a través de las redes sociales la demolición de una iglesia pentecostal, en Santiago de Cuba.
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En declaraciones enviadas a Radio Martí Yoel Demetrio, pastor presidente de la Iglesia Misionera en Cuba declaró:
"Denunciamos ante el mundo ahora mismo todo lo que está haciendo la dictadura Castro-Canel, destruyendo los templos, demoliéndolos. Ahora mismo están demoliendo un templo en Santiago de Cuba, una iglesia perteneciente a la Iglesia Pentecostal Asambleas de Dios. Ahora, en estos momentos está siendo detenido también el pastor Alain Toledano", declaró.
Toledano, que ha denunciado insistentemente las violaciones a las libertades religiosas por parte del régimen cubano, tuvo tiempo de comentar en redes sociales lo que sucedía antes de ser arrestado.
El Apóstol Toledano Valiente es un destacado líder del Movimiento Apostólico y dirige la Iglesia Emanuel junto con su esposa, Marilín Alayo Correa.
El blog Forbinfull.org, de la organización Solidaridad Cristiana Internacional (CSW), resaltó recientemente su labor durante más de dos décadas en que ha sufrido un intenso hostigamiento por parte de las autoridades cubanas para frenar su labor evangelizadora.
Tras conocer la detención de Toledano, el pastor Mario Félix Lleonart, exiliado en EEUU, escribió: "Junto al pastor se encuentran detenidos también Adrián Arza y Félix Daniel González, dos integrantes de su equipo. Estas arbitrarias detenciones son parte de la demolición hoy de uno de los templos de las Asambleas de Dios en Cuba, y de la casa pastoral aledaña, quedando el pastor y su familia sin vivienda".
Lleonart, uno de los principales activistas por la libertad religiosa en Cuba, denunció: "La dictadura está impidiendo la reapertura de muchos otros templos, que fueron cerrados por la pandemia, pero el argumento para tal impedimento es que son ilegales, y es que el 90 % de los templos son ilegales porque la dictadura misma impide legalizarlos. Las Asambleas de Dios, a la cual pertenecía el templo hoy demolido solicita a través de una declaración firmada por su Comité Ejecutivo “una intervención de Dios en nuestro país”.