Varios religiosos han salido a las calles durante las celebraciones de Semana Santa en Nicaragua, donde han sido enfrentados por fuerzas policiales, que acatan la orden del régimen de Daniel Ortega de prohibir las procesiones en las calles.
El diario La Prensa indicó que a lo largo de la semana se han incrementado las prohibiciones hasta impedir las procesiones, incluso, alrededor de los templos.
"Eso significa que durante el Triduo Pascual, que inicia el Jueves Santo y concluye en la media noche del Sábado Santo previo al anuncio de la resurrección de Jesús no habrá procesiones ni siquiera alrededor de las iglesias", indica el diario.
“Informamos al pueblo fiel que las procesiones quedan suspendidas, están prohibidas… Vamos a ser obedientes, procuraremos hacerlas dentro de nuestra iglesia… Todas las actividades del programa siguen todas normal, pero las procesiones las haremos dentro de la Catedral (de Jinotega)”, anunciaron en la Catedral de Jinotega al concluir la misa crismal del Jueves Santo.
El Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción aseguró que unas 5.000 procesiones han sido bloqueadas por la Policía Nacional de Nicaragua durante la Semana Santa.
También esta semana las autoridades nicaragüenses, expulsaron del país al sacerdote panameño Donaciano Alarcón, a quien acusan de predicar a favor del obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años por delitos considerados "traición a la patria". El régimen de Ortega ha llamado "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales.
El jueves el periodista nicaragüense Víctor Ticay, colaborador del Canal 10 de la televisión local, fue detenido después de cubrir una procesión religiosa en el municipio de Nandaime que la Policía quiso prohibir".
El cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, dijo que en su país están viviendo una Semana Santa "como algo muy, pero
muy especial".
El arzobispo de Managua en su homilía durante la Misa Crismal dijo que miles de fieles "están viviendo esta Semana Santa con
gozo y alegría".
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para América Central y el Caribe (OACNUDH) llamó el jueves al gobierno de Nicaragua a permitir la celebración de procesiones religiosas, a propósito de las prohibiciones impuestas por Daniel Ortega a la Iglesia católica.