El pasado martes, la oposición se retiró de las mesas de trabajo con el gobierno y declaró "en crisis" el diálogo tras las detenciones de más de 200 estudiantes.
El diálogo político en Venezuela seguía suspendido este lunes, pero se lograron reabrir los "puentes de comunicación" tras dos días de reuniones separadas de gobierno y oposición con los cancilleres de Unasur.
La "comisión de cancilleres de Unasur y el nuncio (en Caracas) abrimos en Venezuela puentes de comunicación otra vez. Avanzamos en varios puntos de la agenda", escribió en su cuenta Twitter el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, quien junto a sus pares de Brasil y Colombia acompaña como testigo de buena fe el diálogo iniciado el 10 de abril tras protestas que dejaron 43 muertos.
Más temprano, el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, indicó que los cancilleres y el nuncio "siguen haciendo esfuerzos para que haya condiciones para que el diálogo se reinicie" tras reunirse por más de tres horas con ellos.
El pasado martes, la oposición se retiró de las mesas de trabajo con el gobierno y declaró "en crisis" el diálogo tras las detenciones de más de 200 estudiantes durante las protestas de la semana pasada y al criticar la ausencia de avances en los acuerdos alcanzados en reuniones previas con el oficialismo.
Como respuesta, el presidente Nicolás Maduro aseguró que se mantendría en la mesa y, al mismo tiempo, desestimó los reclamos opositores.
El domingo, varios representantes de los más de 30 partidos que conforman la MUD se reunieron con los testigos de buena fe, en un intento por destrabar las negociaciones y así poner fin a más de tres meses de protestas opositoras que también han dejado más de 800 heridos y 252 detenidos.
Según Aveledo, la oposición esperará una respuesta oficial sobre las condiciones planteadas durante el fin de semana y la próxima reunión se dará a pedido de los cancilleres y del nuncio.
Entre las exigencias hechas por la oposición para avanzar en las negociaciones de paz, se encuentra la designación de una comisión independiente para investigar los disturbios contra el gobierno de Maduro, así como la liberación de estudiantes y dirigentes encarcelados durante las manifestaciones.
La MUD pide además medidas de gracia para los exiliados políticos y para el excomisario policial Iván Simonovis, preso desde hace 10 años acusado de supuesto homicidio tras el breve levantamiento cívico-militar de 2002 contra Hugo Chávez.
De su lado, el partido Voluntad Popular -que lidera el ala radical de la MUD que se niega a participar en el diálogo- anunció este lunes que algunos de sus dirigentes pedirán a los cancilleres que constaten la situación de los presos políticos, entre ellos su máximo líder Leopoldo López, encarcelado desde el 18 de febrero.
La "comisión de cancilleres de Unasur y el nuncio (en Caracas) abrimos en Venezuela puentes de comunicación otra vez. Avanzamos en varios puntos de la agenda", escribió en su cuenta Twitter el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, quien junto a sus pares de Brasil y Colombia acompaña como testigo de buena fe el diálogo iniciado el 10 de abril tras protestas que dejaron 43 muertos.
Más temprano, el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, indicó que los cancilleres y el nuncio "siguen haciendo esfuerzos para que haya condiciones para que el diálogo se reinicie" tras reunirse por más de tres horas con ellos.
El pasado martes, la oposición se retiró de las mesas de trabajo con el gobierno y declaró "en crisis" el diálogo tras las detenciones de más de 200 estudiantes durante las protestas de la semana pasada y al criticar la ausencia de avances en los acuerdos alcanzados en reuniones previas con el oficialismo.
Como respuesta, el presidente Nicolás Maduro aseguró que se mantendría en la mesa y, al mismo tiempo, desestimó los reclamos opositores.
El domingo, varios representantes de los más de 30 partidos que conforman la MUD se reunieron con los testigos de buena fe, en un intento por destrabar las negociaciones y así poner fin a más de tres meses de protestas opositoras que también han dejado más de 800 heridos y 252 detenidos.
Entre las exigencias hechas por la oposición para avanzar en las negociaciones de paz, se encuentra la designación de una comisión independiente para investigar los disturbios contra el gobierno de Maduro, así como la liberación de estudiantes y dirigentes encarcelados durante las manifestaciones.
La MUD pide además medidas de gracia para los exiliados políticos y para el excomisario policial Iván Simonovis, preso desde hace 10 años acusado de supuesto homicidio tras el breve levantamiento cívico-militar de 2002 contra Hugo Chávez.
De su lado, el partido Voluntad Popular -que lidera el ala radical de la MUD que se niega a participar en el diálogo- anunció este lunes que algunos de sus dirigentes pedirán a los cancilleres que constaten la situación de los presos políticos, entre ellos su máximo líder Leopoldo López, encarcelado desde el 18 de febrero.