El 10 de mayo de 2002 un grupo de integrantes del Movimiento Cristiano Liberación, liderado por Oswaldo Payá Sardiñas, entregó las primeras 11 mil 20 firmas del Proyecto Varela a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la capital cubana.
El Proyecto Varela, que abogaba por reformas políticas en Cuba, está basado en el artículo 88 de la Constitución cubana de 1992, que permite a los ciudadanos proponer leyes si 10 mil electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta.
Lee también Movimiento Cristiano Liberación da continuidad a la obra de PayáEn conversación con Radio Televisión Martí, uno de sus protagonistas, el ex prisionero político Antonio Díaz Sánchez, actualmente exiliado en Miami, rememoró el entorno en que se gestó aquel memorable hecho.
“No podemos dejar pasar las circunstancias, sin recordar a Oswaldo Payá, que fue el gran cerebro, el gran organizador y redactor fundamental del Proyecto Varela”, dijo Díaz Sánchez quien junto a Regis Iglesias y los ya fallecidos Oswaldo Payá y Julio Ruiz Pitaluga concurrieron al Parlamento cubano.
“Teníamos la casa, donde estaban las firmas, frente al Parque Manila del Cerro, rodeada por agentes de la Seguridad del Estado que permanecían constantemente vigilando. Se esperaba, para el 12 de mayo, la llegada del ex presidente Jimmy Carter a Cuba”, relató Díaz Sánchez, quien un año después fue encarcelado en el proceso penal contra 75 opositores y periodistas independientes en la Primavera Negra del 2003.
“Las autoridades y la policía política, quizás, esperaban que nosotros entregáramos las firmas cuando ya Carter estuviera en La Habana, pero decidimos hacerlo antes, pues lo nuestro era un problema nacional".
"Evidentemente, si coincidía con la cobertura de prensa que iba a seguir la visita del ex mandatario estadounidense, la primera en más de 50 años, pues tendría más repercusión internacional, que era uno de los objetivos: que la opinión pública internacional conociera que el pueblo cubano necesitaba y deseaba cambios”, indicó el ex preso político.
El 14 de mayo del 2002, Carter defendió el Proyecto Varela en el discurso que pronunció frente a Fidel Castro en la Universidad de La Habana.
“Ese día nos distribuimos las tareas. Yo, por ejemplo, fui a la Asamblea Nacional para verificar que estuviera abierta e hicimos una coordinación a través de claves. Después de comprobarlo, avisé. Las personas que tenían que convocar a la prensa extranjera, lo hicieron. Oswaldo que estaba en su trabajo, regresó para el acto y, gracias a Dios, contamos con el factor sorpresa, aun así, inmediatamente que las cajas con los documentos signados salieron de la casa, bajo la cobertura de la agencia CNN, que había sido convocada para ese lugar, el auto donde se transportaban las firmas fue perseguido hasta la Asamblea Nacional”.
“Yo me encontraba en los alrededores de la sede del gobierno y los vi llegar perseguidos por la Seguridad del Estado. Pero pudimos entrar al recinto sin más contratiempos de los que habíamos tenido, durante años, para recogerlas”.
El régimen argumentó que los promotores del proyecto no acreditaron la condición de electores de los firmantes como exigía la ley complementaria, o sea, el Reglamento de la Asamblea Nacional, que el 26 de junio de ese mismo año votó, unánimemente, para modificar la Constitución y mantener el sistema político de forma irrevocable.
Vigencia del Proyecto Varela
“El Proyecto Varela está vigente porque los mismos males que teníamos hace 19 años, los tenemos ahora. Es decir, la esencia de la tiranía cubana es la falta de capacidad del pueblo para hacer el ejercicio soberano de elegir a sus gobernantes. Ése es el objetivo fundamental del referendo que se pedía, que se pide, para que el pueblo sea capaz de solucionar, sabiamente y entre todos los cubanos, la gravísima situación que tenemos dentro de Cuba", subrayó Díaz Sánchez.
“Si en aquel momento era necesario que se convocara a elecciones libres, pues todavía continúa esa necesidad. La convocatoria a elecciones libres y plurales es el único paso insustituible en una transición a la democracia, de manera que todavía nos queda como asignatura pendiente a toda la oposición y a todo el pueblo de Cuba, el reclamo constante y único de un proceso de elecciones libres que devuelva la soberanía al pueblo y que arrebate el poder a los que se lo han secuestrado por años”.
Proyecto Varela: antecedente de reclamos ciudadanos actuales
Aunque antes del Proyecto Varela otras iniciativas hicieron demandas a las instituciones cubanas, no lograron tanta cobertura mediática ni la anuencia a sus propuestas de miles de ciudadanos.
“Si bien no fue el Proyecto Varela el pionero, lo que queda claro es que marcó un cambio en ese sentido porque los cubanos tenemos que reclamar nuestro derecho dentro de Cuba, de una manera cívica, pacífica y reclamando el cumplimiento de la ley, la propia ley vigente dentro de Cuba”.
“Basta de lamentos. Basta de descripción de la realidad. La hemos descrito por muchísimos años. Nos hemos lamentado de lo que nos está pasando. Ya es el momento en que el reclamemos, cívica y pacíficamente, los derechos para el pueblo de Cuba y no hay mejor manera que reclamar a las mismas personas que están violando nuestros derechos. Por eso yo creo que el Proyecto Varela marcó un antes y un después en el reclamo cívico de los cubanos", concluyó Díaz Sánchez.