España da el último adiós a víctimas del accidente ferroviario

Traslado de los vagones del convoy siniestrado en el descarrilamiento de un tren ocurrido en Santiago de Compostela, en el que han muerto al menos 78 personas.

Los Príncipes de Asturias, la infanta Elena y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, acudieron al solemne acto.
Cientos de personas colmaron el lunes la catedral de Santiago de Compostela para el funeral oficial por los 79 fallecidos en el peor desastre ferroviario registrado en España en décadas, horas después de que el maquinista del tren accidentado quedara en libertad por homicidio imprudente.

Los Príncipes de Asturias, la infanta Elena y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, acudieron al solemne acto vespertino en la catedral de origen románico, que en estas fechas suele estar llena de alegres peregrinos católicos que concluyen el Camino de Santiago.

Decenas de ciudadanos quisieron acompañar a los familiares e hicieron fila para acceder al templo y asistir a la misa litúrgica oficiada por el arzobispo de la ciudad, Julián Barrio, en presencia de numerosas autoridades del Estado.

"Familias que habéis perdido a vuestros seres queridos, desde el primer momento os hemos tenido en nuestro corazón, os han llevado en su corazón Galicia y España", dijo Barrio a los presentes, entre quienes estaban varios ministros, presidentes de gobiernos regionales y arzobispos.

Las campanas del templo tañeron poco antes de iniciarse el funeral, al que acudieron familiares de algunos de los 79 fallecidos y del más de un centenar de heridos que dejó el descarrilamiento del tren Alvia el miércoles.

El tren, que hacía el trayecto Madrid-Ferrol, se salió de las vías a pocos kilómetros de la estación de Santiago de Compostela al tomar a gran velocidad una curva cerrada, al parecer por un despiste del maquinista.