Con precios un poco más altos que si se pagara al contado, esta especie de empeños sin contratos se basa en una “relación de confianza”.
Especialistas y consumidores dentro de la isla develaron recientemente nuevas formas de crédito ensayadas con gran éxito en el mercado negro cubano.
En Cuba “tú ves a las personas en la calle comprando los centavos para comprar una cabeza de ajo”, explica la manzanillera Tania De la Torre para adentrarse en un fenómeno muy extendido por todo el país. “Los salarios no alcanzan ni para los alimentos y si eres un padre para comprarle un pantalón a tu hijo tienes que hacerlo en seis plazos”.
El fenómeno de las ventas a plazos o a crédito se acentuaron entre comercializadores privados y clientes en Cuba, fundamentalmente a partir de la avalancha de cubanos que viajaron rumbo a Ecuador, agrega De la Torre.
Con precios un poco más altos que si se pagara al contado, esta especie de empeño sin contratos se basa en una “relación de confianza”, dice el periodista independiente de Cienfuegos, Alejandro Tur Valladares.
Los productos más comercializados a plazos dentro de la isla son los textiles y el calzado aunque también se comercializa con otras misceláneas como los equipos eléctricos autorizados a entrar al territorio cubano por la Aduana.
“Esto se ha convertido para muchos en una forma de vida. Sé de algunos que han sido muy exitosos en el negocio, no han perdido su residencia y se pasan la vida yendo y viniendo y tienen sus propias redes de distribución”, alega el cienfueguero.
Valladares citó casos muy famosos de personas que no pagaron sus deudas y terminaron asesinados, aunque no es la mayoría, aclaró.
Especialistas consideran que el negocio de la venta por plazos dentro del mercado negro cubano se debe a la falta de liquidez de la población y a la gran cantidad de productos importados por la comunidad de emigrados, los procedentes de Ecuador y los que traen los médicos y colaboradores de la salud del gobierno.
Para el profesor de la Universidad Internacional de la Florida Jorge Salazar Carillo el fenómeno “aunque ocurre en la economía informal, va favoreciendo que en Cuba se cree poco a poco una economía crediticia, un elemento básico para comerciar los bienes, fundamentalmente cuando los ingresos son muy limitados”.
Además de las ventajas de pago, los clientes de las ventas a plazos dentro del mercado negro cubano encuentran mayor variedad y calidad en las ofertas que las que distribuye y comercializa el Estado a través de su red de tiendas en divisa.
Según datos recientes el salario promedio en Cuba no sobrepasa los 19 dólares al mes, y más de cien mil cubanos arribaron en el ultimo quinquenio a Ecuador.
En Cuba “tú ves a las personas en la calle comprando los centavos para comprar una cabeza de ajo”, explica la manzanillera Tania De la Torre para adentrarse en un fenómeno muy extendido por todo el país. “Los salarios no alcanzan ni para los alimentos y si eres un padre para comprarle un pantalón a tu hijo tienes que hacerlo en seis plazos”.
El fenómeno de las ventas a plazos o a crédito se acentuaron entre comercializadores privados y clientes en Cuba, fundamentalmente a partir de la avalancha de cubanos que viajaron rumbo a Ecuador, agrega De la Torre.
Con precios un poco más altos que si se pagara al contado, esta especie de empeño sin contratos se basa en una “relación de confianza”, dice el periodista independiente de Cienfuegos, Alejandro Tur Valladares.
Los productos más comercializados a plazos dentro de la isla son los textiles y el calzado aunque también se comercializa con otras misceláneas como los equipos eléctricos autorizados a entrar al territorio cubano por la Aduana.
“Esto se ha convertido para muchos en una forma de vida. Sé de algunos que han sido muy exitosos en el negocio, no han perdido su residencia y se pasan la vida yendo y viniendo y tienen sus propias redes de distribución”, alega el cienfueguero.
Valladares citó casos muy famosos de personas que no pagaron sus deudas y terminaron asesinados, aunque no es la mayoría, aclaró.
Especialistas consideran que el negocio de la venta por plazos dentro del mercado negro cubano se debe a la falta de liquidez de la población y a la gran cantidad de productos importados por la comunidad de emigrados, los procedentes de Ecuador y los que traen los médicos y colaboradores de la salud del gobierno.
Para el profesor de la Universidad Internacional de la Florida Jorge Salazar Carillo el fenómeno “aunque ocurre en la economía informal, va favoreciendo que en Cuba se cree poco a poco una economía crediticia, un elemento básico para comerciar los bienes, fundamentalmente cuando los ingresos son muy limitados”.
Además de las ventajas de pago, los clientes de las ventas a plazos dentro del mercado negro cubano encuentran mayor variedad y calidad en las ofertas que las que distribuye y comercializa el Estado a través de su red de tiendas en divisa.
Según datos recientes el salario promedio en Cuba no sobrepasa los 19 dólares al mes, y más de cien mil cubanos arribaron en el ultimo quinquenio a Ecuador.