La carencia e irregularidad en el servicio de agua en el barrio Montgomery de Guantánamo incrementa el estrés y los factores de riesgo en los pobladores de la zona, fundamentalmente en los sectores más vulnerables incluyendo a las mujeres.
La carencia e irregularidad en el servicio de agua en el barrio Montgomery de Guantánamo incrementa el estrés y los factores de riesgo en los pobladores de la zona, fundamentalmente en los sectores más vulnerables incluyendo a las mujeres.
Según una residente del lugar el agua no llega a ninguna de las casas de su cuadra y gran parte de sus días los emplea tratando de resolver su situación similar a la que destaca una madre de dos hijos:
“Cuando yo me mudé para acá no llegaba el agua aunque después de un tiempo hicieron unos arreglos y llegó pero hace más de seis meses que no cae ni gota”.
Desesperados ante tan serio problema los vecinos del área se han cansado de reclamarle a las autoridades y ya no encuentran otra solución que denunciar el asunto a la prensa.
“Lo planteamos en el CDR, en la rendición de cuenta del delegado y nada”, explicó otra que prefirió mantenerse en el anonimato.
Embarazada y madre de una hija pequeña otra entrevistada solo recuerda pretextos a sus reclamos y ya está cansada de decir lo mismo año por año sin que tan siquiera le asistan con pipas.
Residente en el municipio santiaguero de San Luis, la doctora Marcia Mustelier, explica que la falta de agua en diferentes comunidades tiene un gran impacto negativo en las mujeres en quienes recae generalmente las labores de limpieza y de cocina en el hogar. Otros efectos son la aparición de enfermedades transmisibles de las vías digestivas.
Interesada por esta situación Radio Martí se comunicó con la Empresa de Acueducto y Alcantarillados en Guantánamo y su respuesta fue colgar el teléfono.
Según datos oficiales en la isla se pierde cerca del 22 por ciento del agua potable distribuida por el mal estado de las redes. Otro de los desafíos de Cuba es el problema de la distribución para que el líquido llegue a todos los consumidores.
Según una residente del lugar el agua no llega a ninguna de las casas de su cuadra y gran parte de sus días los emplea tratando de resolver su situación similar a la que destaca una madre de dos hijos:
“Cuando yo me mudé para acá no llegaba el agua aunque después de un tiempo hicieron unos arreglos y llegó pero hace más de seis meses que no cae ni gota”.
Desesperados ante tan serio problema los vecinos del área se han cansado de reclamarle a las autoridades y ya no encuentran otra solución que denunciar el asunto a la prensa.
“Lo planteamos en el CDR, en la rendición de cuenta del delegado y nada”, explicó otra que prefirió mantenerse en el anonimato.
Embarazada y madre de una hija pequeña otra entrevistada solo recuerda pretextos a sus reclamos y ya está cansada de decir lo mismo año por año sin que tan siquiera le asistan con pipas.
Residente en el municipio santiaguero de San Luis, la doctora Marcia Mustelier, explica que la falta de agua en diferentes comunidades tiene un gran impacto negativo en las mujeres en quienes recae generalmente las labores de limpieza y de cocina en el hogar. Otros efectos son la aparición de enfermedades transmisibles de las vías digestivas.
Interesada por esta situación Radio Martí se comunicó con la Empresa de Acueducto y Alcantarillados en Guantánamo y su respuesta fue colgar el teléfono.
Según datos oficiales en la isla se pierde cerca del 22 por ciento del agua potable distribuida por el mal estado de las redes. Otro de los desafíos de Cuba es el problema de la distribución para que el líquido llegue a todos los consumidores.
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