Un editorial del Post estima que las revelaciones de Angel Carromero a ese diario son un fuerte indicio de que la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero fue provocada.
El diario The Washington Post comenta en un editorial que la declaración de un testigo ocular constituye un fuerte indicio de que agentes del régimen de Raúl Castro habrían provocado la muerte del opositor cubano Oswaldo Payá Sardiñas, e intentado encubrir el asesinato.
El periódico se refiere a su entrevista, publicada el martes, con el español Angel Carromero, donde éste revela que un auto con matrícula del gobierno cubano persiguió y embistió el auto rentado en el cual viajaban Carromero , el político sueco Aron Modig y los opositores Harold Cepero y Payá.
El presunto accidente ocurrió en julio del año pasado y causó la muerte de Payá y Cepero.
Carromero, trasladado a España en diciembre, dijo al Washington Post que no pudo decir la verdad antes porque había sido encarcelado, drogado y amenazado de muerte.
El dairio capitalino resalta que la historia de Carromero es en sí una pesadilla: un impacto por detrás, inyecciones misteriosas, encarcelamiento en una celda infestada de cucarachas y severas advertencias de que debía repetir las mentiras oficiales.
Cita asimismo una carta de Payá al ex presidente checo y ex disidente Vaclav Havel, donde le expresa: "Yo todavía vivo en un ambiente formado por la cultura del miedo que el régimen comunista genera en toda la sociedad".
El editorial del Washington Post termina diciendo que todo lo ocurrido refleja esa cultura del miedo que se vive en Cuba, y que lo importante ahora es pedir una investigación internacional sobre la muerte de Payá.
El periódico se refiere a su entrevista, publicada el martes, con el español Angel Carromero, donde éste revela que un auto con matrícula del gobierno cubano persiguió y embistió el auto rentado en el cual viajaban Carromero , el político sueco Aron Modig y los opositores Harold Cepero y Payá.
El presunto accidente ocurrió en julio del año pasado y causó la muerte de Payá y Cepero.
Carromero, trasladado a España en diciembre, dijo al Washington Post que no pudo decir la verdad antes porque había sido encarcelado, drogado y amenazado de muerte.
El dairio capitalino resalta que la historia de Carromero es en sí una pesadilla: un impacto por detrás, inyecciones misteriosas, encarcelamiento en una celda infestada de cucarachas y severas advertencias de que debía repetir las mentiras oficiales.
Cita asimismo una carta de Payá al ex presidente checo y ex disidente Vaclav Havel, donde le expresa: "Yo todavía vivo en un ambiente formado por la cultura del miedo que el régimen comunista genera en toda la sociedad".
El editorial del Washington Post termina diciendo que todo lo ocurrido refleja esa cultura del miedo que se vive en Cuba, y que lo importante ahora es pedir una investigación internacional sobre la muerte de Payá.