Si no fuera trágico sería cómico”, subrayó el prestigioso diario londinense en un editorial titulado “Ingenuidad en Chile”.
El diario londinense Financial Times criticó hoy con dureza que el gobernante cubano Raúl Castro reciba la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeña (CELAC), durante la cumbre que ese organismo regional celebrará con la Unión Europea este fin de semana en Santiago de Chile.
“Si no fuera trágico sería cómico”, subrayó el prestigioso diario londinense en un editorial titulado “Ingenuidad en Chile”, en el cual lamenta que países que defienden los valores democráticos, las libertades económicas, políticas y los derechos humanos, estén representados por un régimen que desde hace medio siglo no celebra elecciones elecciones libres, y ha suprimido la libertad de expresión.
“Este viejo comunista, de 81 años, será el representante oficial de América Latina y el Caribe en sus conversaciones comerciales con la Unión Europea”, subraya el editorial, que también destaca la existencia de dos corrientes en América Latina: “una pragmática, que incluye a Chile y busca resultados; y otra que promueven Cuba, Venezuela y Argentina, donde la retórica revolucionaria es utilizada para enmascarar el deterioro de los derechos humanos y el emprobrecimiento económico”.
La presencia de Raúl Castro en la cumbre de Santiago de Chile, es destacada también por la revista The Economist en un análisis que reproduce este viernes el diario chileno El Mercurio.
The Economist señala que a pesar de las reiteradas propuestas para darle paso a una nueva generación, “Raúl ha hecho poco para promover una renovación política” en la isla.
La revista recuerda que el próximo 24 de febrero, la Asamblea Nacional debe reunirse para elegir un nuevo gobierno para los próximos cinco años.
“Se espera que 612 delegados reelijan a Raúl para otro período de cinco años, mientras que su hermano de 86 años ya habrá sido reconfirmado como miembro de la Asamblea”, indica The Economist.
En esa ocasión, indica el artículo, saldrá de escena Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea durante los últimos 20 años, “no porque tenga 75 años, sino debido a sospechosas tensiones con Raúl. Su asistente, Miguel Álvarez, fue arrestado el año pasado y está detenido por sospecha de corrupción y espionaje”.
The Economist considera que el puesto de Alarcón podría ser ocupado ahora por algún dirigente más jóven, “de los cincuentones” que se destacan en la cúpula gobernante.
Para The Economist el mayor reto que enfrenta el gobierno de Raúl Castro es la enfermedad de Hugo Chávez, y las consecuencias que tendría para Cuba la pérdida de su mejor y más productivo aliado.
“Mientras están tratando a Chávez, los cubanos puede que estén viendo planes sustitutos en caso de que él o sus subsidios no sobrevivan”, subraya The Economist, señalando que durante los últimos años, Cuba ha venido cortejando a los representantes de las naciones ricas en petróleo quienes “han sido atendidos con generosidad en La Habana”.
“Si no fuera trágico sería cómico”, subrayó el prestigioso diario londinense en un editorial titulado “Ingenuidad en Chile”, en el cual lamenta que países que defienden los valores democráticos, las libertades económicas, políticas y los derechos humanos, estén representados por un régimen que desde hace medio siglo no celebra elecciones elecciones libres, y ha suprimido la libertad de expresión.
“Este viejo comunista, de 81 años, será el representante oficial de América Latina y el Caribe en sus conversaciones comerciales con la Unión Europea”, subraya el editorial, que también destaca la existencia de dos corrientes en América Latina: “una pragmática, que incluye a Chile y busca resultados; y otra que promueven Cuba, Venezuela y Argentina, donde la retórica revolucionaria es utilizada para enmascarar el deterioro de los derechos humanos y el emprobrecimiento económico”.
La presencia de Raúl Castro en la cumbre de Santiago de Chile, es destacada también por la revista The Economist en un análisis que reproduce este viernes el diario chileno El Mercurio.
The Economist señala que a pesar de las reiteradas propuestas para darle paso a una nueva generación, “Raúl ha hecho poco para promover una renovación política” en la isla.
La revista recuerda que el próximo 24 de febrero, la Asamblea Nacional debe reunirse para elegir un nuevo gobierno para los próximos cinco años.
“Se espera que 612 delegados reelijan a Raúl para otro período de cinco años, mientras que su hermano de 86 años ya habrá sido reconfirmado como miembro de la Asamblea”, indica The Economist.
En esa ocasión, indica el artículo, saldrá de escena Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea durante los últimos 20 años, “no porque tenga 75 años, sino debido a sospechosas tensiones con Raúl. Su asistente, Miguel Álvarez, fue arrestado el año pasado y está detenido por sospecha de corrupción y espionaje”.
The Economist considera que el puesto de Alarcón podría ser ocupado ahora por algún dirigente más jóven, “de los cincuentones” que se destacan en la cúpula gobernante.
Para The Economist el mayor reto que enfrenta el gobierno de Raúl Castro es la enfermedad de Hugo Chávez, y las consecuencias que tendría para Cuba la pérdida de su mejor y más productivo aliado.
“Mientras están tratando a Chávez, los cubanos puede que estén viendo planes sustitutos en caso de que él o sus subsidios no sobrevivan”, subraya The Economist, señalando que durante los últimos años, Cuba ha venido cortejando a los representantes de las naciones ricas en petróleo quienes “han sido atendidos con generosidad en La Habana”.