A diferencia de Raúl Castro, cuya ausencia en eventos internacionales es casi habitual, Chávez acostumbra a utilizar esos foros para alimentar su carisma mediático.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no será el único mandatario latinoamericano que no asistirá a la Cumbre Iberoamericana que se inaugura mañana en la ciudad española de Cádiz, pero a diferencia de sus otros cuatro colegas de la región, su ausencia abre nuevas interrogantes sobre su verdadero estado de salud.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, afirmó el martes a la cadena Cope que «ni el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ni el de Cuba, Raúl Castro, estarán en la cumbre. Ambos gobiernos estarán representados por su vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, y el ministro cubano Bruno Rodríguez».
Tampoco asistirán la presidenta argentina, Cristina Fernández, por problemas de salud, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina que atiende la emergencia causada por el terremoto de la pasada semana y el mandatario paraguayo, Federico Franco, cuya legitimidad cuestionan sus socios de Unasur y el Mercosur.
A diferencia de Raúl Castro, cuya ausencia en eventos internacionales es casi habitual, Chávez acostumbra a utilizar esos foros para alimentar su carisma mediático.
Su ausencia de Cádiz se suma a su escasa visibilidad pública desde que triunfó en las elecciones presidenciales del pasado siete de octubre. Algo fuera de lo común en la conducta del mandatario venezolano, quien acumula cifras récords de participación en los medios de comunicación del país.
“Se pueden contar con los dedos de una mano sus apariciones retransmitidas por todas las cadenas de televisión en los consejos de ministros para ordenar las líneas estratégicas de los comicios regionales del próximo 16 de diciembre”, señaló el martes, Ludmila Vinogradoff, corresponsal del diario español ABC en Caracas.
La campaña para renovar a los gobernadores comenzó el pasado 1 de noviembre, y a los observadores y analistas les llama la atención que Chávez no ha participado en ningún mítin, ni ha acompañado a ninguno de los candidatos que él mismo nominó para esas elecciones.
“La oposición tiene que hacer su trabajo sin preocuparse tanto de Chávez porque tal parece que Chávez es tan necesario para lo oposición que si no lo ven, se sienten mal”, dijo a martinoticias.com, el periodista y ex diplomático venezolano, José Hernández.
El pasado 1ro. de noviembre Chávez escribió en su cuenta de twitter, @chavezcandanga: «Sigamos fortaleciendo la unidad de todos los patriotas en cada región, en cada estado. Sólo así seguiremos invictos el 16 de diciembre». Minutos más tarde, envió un mensaje de felicitación “a los y las Graduandas de la I Cohorte del Diplomado en Saberes Africanos! Viva la Madre Africa!!”, dijo Chávez. Desde entonces ha sido el silencio.
“El mundo tiene que hacer lo suyo y olvidarse de Chávez; el país se detiene si Chávez no está, el país se detiene si Chávez desapareció, pero no se puede centrar el destino de treinta millones de personas en un solo hombre”, afirmó Hernández, quien considera que el mandatario venezolano copia el exitoso esquema practicado por Fidel Castro con “las desapariciones” que alimentan la atención de la prensa.
Por lo pronto hay que recordar que Chávez dejó de asistir a las cumbres iberoamericanas desde 2007, cuando el Rey Juan Carlos de España, lo mandó a callar en Santiago de Chile.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, afirmó el martes a la cadena Cope que «ni el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ni el de Cuba, Raúl Castro, estarán en la cumbre. Ambos gobiernos estarán representados por su vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, y el ministro cubano Bruno Rodríguez».
Tampoco asistirán la presidenta argentina, Cristina Fernández, por problemas de salud, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina que atiende la emergencia causada por el terremoto de la pasada semana y el mandatario paraguayo, Federico Franco, cuya legitimidad cuestionan sus socios de Unasur y el Mercosur.
A diferencia de Raúl Castro, cuya ausencia en eventos internacionales es casi habitual, Chávez acostumbra a utilizar esos foros para alimentar su carisma mediático.
Su ausencia de Cádiz se suma a su escasa visibilidad pública desde que triunfó en las elecciones presidenciales del pasado siete de octubre. Algo fuera de lo común en la conducta del mandatario venezolano, quien acumula cifras récords de participación en los medios de comunicación del país.
“Se pueden contar con los dedos de una mano sus apariciones retransmitidas por todas las cadenas de televisión en los consejos de ministros para ordenar las líneas estratégicas de los comicios regionales del próximo 16 de diciembre”, señaló el martes, Ludmila Vinogradoff, corresponsal del diario español ABC en Caracas.
La campaña para renovar a los gobernadores comenzó el pasado 1 de noviembre, y a los observadores y analistas les llama la atención que Chávez no ha participado en ningún mítin, ni ha acompañado a ninguno de los candidatos que él mismo nominó para esas elecciones.
“La oposición tiene que hacer su trabajo sin preocuparse tanto de Chávez porque tal parece que Chávez es tan necesario para lo oposición que si no lo ven, se sienten mal”, dijo a martinoticias.com, el periodista y ex diplomático venezolano, José Hernández.
El pasado 1ro. de noviembre Chávez escribió en su cuenta de twitter, @chavezcandanga: «Sigamos fortaleciendo la unidad de todos los patriotas en cada región, en cada estado. Sólo así seguiremos invictos el 16 de diciembre». Minutos más tarde, envió un mensaje de felicitación “a los y las Graduandas de la I Cohorte del Diplomado en Saberes Africanos! Viva la Madre Africa!!”, dijo Chávez. Desde entonces ha sido el silencio.
“El mundo tiene que hacer lo suyo y olvidarse de Chávez; el país se detiene si Chávez no está, el país se detiene si Chávez desapareció, pero no se puede centrar el destino de treinta millones de personas en un solo hombre”, afirmó Hernández, quien considera que el mandatario venezolano copia el exitoso esquema practicado por Fidel Castro con “las desapariciones” que alimentan la atención de la prensa.
Por lo pronto hay que recordar que Chávez dejó de asistir a las cumbres iberoamericanas desde 2007, cuando el Rey Juan Carlos de España, lo mandó a callar en Santiago de Chile.