"El Cardenal se ha consagrado a la construcción de una hoja de ruta que prefigura un camino de cambio gradual, pacífico, inclusivo, sin traumas para el país”.
La revista de la Arquidiócesis de La Habana, Espacio Laical, afirmó hoy en un comentario editorial que en las últimas tres décadas “la Iglesia Católica en Cuba, ha venido cincelando una propuesta de diálogo entre todos los cubanos, como metodología imprescindible para avanzar hacia una mayor concordia nacional”, y destacó el papel del cardenal Jaime Ortega en ese camino, “siempre crispado y zigzagueante”.
“Teniendo claro que se trata de un camino largo, y haciendo gala de la paciencia y la moderación que le son habituales, el Cardenal se ha consagrado a la construcción de una hoja de ruta que prefigura un camino de cambio gradual, pacífico, inclusivo, sin traumas para el país”, dijo Espacio Laical en el suplemento digital, de la revista correspondiente al mes de mayo.
El editorial titulado El compromiso con la verdad, reconoce que la complejidad de la situación cubana y “lecturas simplistas y unilaterales de la misma dificultan la aceptación de esa senda de entendimiento nacional” y hay quienes “prefieren derrocar al actual Gobierno y conseguir un triunfo que nuevamente excluya a los adversarios”.
“No obstante, el Cardenal y muchos otros cubanos, dentro y fuera de la Iglesia , siempre han vislumbrado que la solución definitiva para Cuba pasará por una metodología política signada por el encuentro, el diálogo y el consenso”, aseguró el editorial.
Espacio Laical se refirió a “ciertas facciones” que, según dijo, ”han urdido una estrategia que tiene el propósito de eliminar al Cardenal y deshacerse de la línea política que éste ha promovido”.
“La actual maniobra, que se viene gestando desde hace unos meses, resulta una guerra contra toda una línea evangélica que aspira a cambios positivos y serenos, graduales e incluyentes, ordenados y pacíficos, que logren articular un renovado modelo sociopolítico para Cuba”, subrayó el editorial.
Espacio Laical recuerda el papel que ha jugado esa publicación “para impulsar el encuentro, el diálogo y el consenso entre cubanos con posiciones políticas disímiles”, y subraya que algunos han estado ausentes de ese proceso “pues no han sido capaces de asumir un quehacer y un discurso bien fundamentado, sereno, propositivo e inclusivo”.
“Quienes no consigan la madurez suficiente para alcanzar estos atributos, se autoexcluyen de aportar al objetivo principal de nuestro proyecto”, subrayó.
El editorial afirma que “nada favorece más al descrédito que pueda tener ante algunos esta propuesta de diálogo y comunión entre todos los cubanos que la rémora del Gobierno, particularmente de algunos de los funcionarios de la burocracia estatal-partidista”, y subraya el hecho de que “algunas autoridades han expresado públicamente que no consideran la posibilidad de gestionar transformaciones políticas encaminadas a canalizar la pluralidad existente en la nación”.
“Podríamos citar un ejemplo cercano, vinculado a la campaña de obstáculos desatada por el aparato ideológico del Partido Comunista contra espacios del Arzobispado de La Habana , con el objetivo de bloquear la participación en los mismos de muchos académicos e intelectuales cubanos; espacios que, por otro lado, algunos opositores políticos irresponsablemente tildan de “progubernamentales” y “afines al oficialismo”, expresa el editorial en una clara alusion a seminarios organizados por la revista en La Habana.
Espacio Laical “menciona la actual disyuntiva nacional, signado por la moderación martiana, la serenidad y la inclusión desprejuiciada, para beneficio de la nación o la imposición de minorías rapaces, presentes en casi todas las partes del espectro político cubano, las que pretenden perpetuar los conflictos y reeditar las hostilidades históricas en su deseo de controlar el poder, y hace un llamamiento para fundar “una patria virtuosa” como la soñó el padre Félix Varela hace 200 años.
“Llamamos a todas las fuerzas patrióticas de la nación, que aspiran a una Cuba serena y conciliada, justa y soberana, democrática e inclusiva, próspera y equilibrada, a aunar esfuerzos en pos de la consecución de una metodología que haga posible estas aspiraciones”, concluyó el editorial.
“Teniendo claro que se trata de un camino largo, y haciendo gala de la paciencia y la moderación que le son habituales, el Cardenal se ha consagrado a la construcción de una hoja de ruta que prefigura un camino de cambio gradual, pacífico, inclusivo, sin traumas para el país”, dijo Espacio Laical en el suplemento digital, de la revista correspondiente al mes de mayo.
El editorial titulado El compromiso con la verdad, reconoce que la complejidad de la situación cubana y “lecturas simplistas y unilaterales de la misma dificultan la aceptación de esa senda de entendimiento nacional” y hay quienes “prefieren derrocar al actual Gobierno y conseguir un triunfo que nuevamente excluya a los adversarios”.
“No obstante, el Cardenal y muchos otros cubanos, dentro y fuera de la Iglesia , siempre han vislumbrado que la solución definitiva para Cuba pasará por una metodología política signada por el encuentro, el diálogo y el consenso”, aseguró el editorial.
Espacio Laical se refirió a “ciertas facciones” que, según dijo, ”han urdido una estrategia que tiene el propósito de eliminar al Cardenal y deshacerse de la línea política que éste ha promovido”.
“La actual maniobra, que se viene gestando desde hace unos meses, resulta una guerra contra toda una línea evangélica que aspira a cambios positivos y serenos, graduales e incluyentes, ordenados y pacíficos, que logren articular un renovado modelo sociopolítico para Cuba”, subrayó el editorial.
Espacio Laical recuerda el papel que ha jugado esa publicación “para impulsar el encuentro, el diálogo y el consenso entre cubanos con posiciones políticas disímiles”, y subraya que algunos han estado ausentes de ese proceso “pues no han sido capaces de asumir un quehacer y un discurso bien fundamentado, sereno, propositivo e inclusivo”.
“Quienes no consigan la madurez suficiente para alcanzar estos atributos, se autoexcluyen de aportar al objetivo principal de nuestro proyecto”, subrayó.
El editorial afirma que “nada favorece más al descrédito que pueda tener ante algunos esta propuesta de diálogo y comunión entre todos los cubanos que la rémora del Gobierno, particularmente de algunos de los funcionarios de la burocracia estatal-partidista”, y subraya el hecho de que “algunas autoridades han expresado públicamente que no consideran la posibilidad de gestionar transformaciones políticas encaminadas a canalizar la pluralidad existente en la nación”.
“Podríamos citar un ejemplo cercano, vinculado a la campaña de obstáculos desatada por el aparato ideológico del Partido Comunista contra espacios del Arzobispado de La Habana , con el objetivo de bloquear la participación en los mismos de muchos académicos e intelectuales cubanos; espacios que, por otro lado, algunos opositores políticos irresponsablemente tildan de “progubernamentales” y “afines al oficialismo”, expresa el editorial en una clara alusion a seminarios organizados por la revista en La Habana.
Espacio Laical “menciona la actual disyuntiva nacional, signado por la moderación martiana, la serenidad y la inclusión desprejuiciada, para beneficio de la nación o la imposición de minorías rapaces, presentes en casi todas las partes del espectro político cubano, las que pretenden perpetuar los conflictos y reeditar las hostilidades históricas en su deseo de controlar el poder, y hace un llamamiento para fundar “una patria virtuosa” como la soñó el padre Félix Varela hace 200 años.
“Llamamos a todas las fuerzas patrióticas de la nación, que aspiran a una Cuba serena y conciliada, justa y soberana, democrática e inclusiva, próspera y equilibrada, a aunar esfuerzos en pos de la consecución de una metodología que haga posible estas aspiraciones”, concluyó el editorial.