“Vovchansk en dos días”: los nuevos ataques de la propaganda rusa

Los creadores del eslogan " Kyiv en tres días" tienen ahora un nuevo mensaje propagandístico a la cabeza de su lista: "Vovchansk en dos días". El Kremlin está promocionando con éxito su próximo tema. Esta vez, toda la atención se centra en la región ucraniana de Járkiv. Las tesis principales son: "las autoridades locales han huido, Ucrania está bloqueando la evacuación de la población y el ejército ruso ya está en Vovchansk". La propaganda rusa es un organismo independiente que no sólo vive, crece y se alimenta de la conciencia de sus víctimas, sino que también muta. Cada vez se adapta a las nuevas circunstancias, escribe el proyecto del servicio ucraniano de Radio Liberty, “Donbás.Realii”.

La ofensiva de las tropas rusas en la región de Járkiv provocó un nuevo aumento de la actividad de los propagandistas rusos. Los portavoces del Kremlin convencieron no sólo a los telespectadores, sino también a los soldados que llevaron a cabo el ataque, de que Vovchansk era "presa fácil" para el ejército ruso. Este es uno de los prisioneros de guerra rusos hablando de la tarea fijada por los mandos:

"La tarea de la brigada era capturar Vovchansk. En dos días", dice el prisionero de guerra ruso en un vídeo que circula por los canales de Telegram.

Pero nadie habla de los fracasos del ejército ruso en la televisión. En su mayor parte, los medios de comunicación rusos tienen dos objetivos: intimidar a los ucranianos y movilizar a los rusos. La propaganda no es coherente: al principio, se centraba en la desnazificación y la desmilitarización. Más tarde, eslóganes como "reduzcamos Europa a cenizas nucleares" nacieron en las entrañas de la propaganda. De "tomaremos Kyiv en tres días" a "los rusos no deben tener miedo a la muerte".

"¿Por qué tener miedo? Nosotros vamos a ir al paraíso. La muerte es el final de un camino y el principio de otro", afirma el presentador de televisión ruso Vladimir Soloviev.

Por lo tanto, cualquier información sobre los acontecimientos en la región de Járkiv y más allá debe comprobarse cuidadosamente. Después de todo, es indudable que Rusia está trabajando con el público ucraniano. Y el objetivo principal aquí es enemistar y dividir a los ucranianos dentro del país.

"Han fijado claramente sus objetivos en el público ucraniano: la división, el descrédito de la cúpula militar y política, la movilización, etc. Trabajan minuciosamente para que la sociedad ucraniana se pelee lo más posible por sí misma. Y por cierto, me gustó mucho la idea que Andriy Yusov (representante de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, ed.) expresó en nuestra entrevista de que la mayor fuerza de la propaganda rusa es el "asalto de carne" de las operaciones de información. Es decir, literalmente llevan a cabo un número y una intensidad extremadamente grandes de operaciones de información, lo que en última instancia conduce al hecho de que simplemente nos estamos ahogando bajo ella", afirma Oksana Moroz, fundadora de la iniciativa "Cómo no convertirse en un vegetal".

Desde hace tiempo, Rusia es experta en atacar las redes sociales. Un ejército de bots y propagandistas, armados con plantillas temáticas, asaltan sin cesar diversas plataformas. Y vale la pena señalar que no sin éxito.

"Están golpeando, golpeando y golpeando sistemáticamente a través de diversos canales de forma regular. Es decir, el poder de la propaganda rusa en audiencias tanto nacionales como extranjeras proviene de la diferenciación en términos de canales y la difusión sistemática a través de estos canales. Este es un clásico de cualquier comunicación: tienes el mismo mensaje, pero lo escuchas con diferentes palabras de diferentes audiencias objetivo: de un bloguero, de un supuesto activista de derechos humanos, de un abogado, de un periodista, etcétera, etcétera. Y entonces te lo metes en la cabeza, y puedes seguir trabajando con él, puedes llevarlo a alguna parte, etcétera", continúa Oksana Moroz.

El año pasado se mostraron más activos a la hora de provocar disputas, por ejemplo, entre los ucranianos que se habían marchado a países seguros y los que permanecían en Ucrania. También bombardearon intensamente los canales de Telegram con información sobre grandes pérdidas en las FFAA ucranianas. Hasta ahora, los bots rusos se han centrado en la cuestión de la movilización en Ucrania, por ejemplo, publicando vídeos en las redes sociales, supuestamente en nombre de los "evasores del reclutamiento".

"Encuentran cualquier laguna en la sociedad. Hay un descontento absolutamente lógico, por ejemplo, con las mujeres en el ejército o los miembros de familias de militares que luchan sin rotación desde el 2022. Y tienen derecho a manifestarse: tal vez mi marido o mi mujer puedan venir a pedirme la rotación, deberían ser sustituidos. Están alimentando esta protesta y dispersando, por así decirlo, lo orgánico. Es decir, quien escribió sobre ello tiró el dinero en publicitarlo para que más gente viera este post absolutamente sincero, absolutamente legítimo. Se aprueba una ley de movilización y, como toda solución a un problema, crea otros problemas. Porque si tengo la tensión alta, tomo pastillas, pero puede ser malo para el estómago. Para solucionar el problema estomacal, tomo otras pastillas que crean un problema para mi hígado, y así sucesivamente. Con las leyes pasa lo mismo. Es decir, esta ley resolvía un problema y creaba otro. Y hay miedo, insatisfacción por todas partes. Y los rusos están tirando el dinero en las mismas grietas, en este descontento", afirma el experto en medios de comunicación Oleksiy Kovzhun.

El responsable de enseñar a los estudiantes cómo desacreditar al gobierno ucraniano, y no sólo a él, es Dmitry Rogozin, senador ruso y antiguo jefe de Roskomos

"La segunda forma de desacreditar a los dirigentes políticos y militares del país enemigo es mediante acusaciones de corrupción, cuando se utiliza una enorme cantidad de deepfakes para demostrar que una persona concreta es simplemente un ladrón", afirma Rogozin.

¿Y cómo podemos resistir a todo esto? Especialmente en un mar de desinformación como el que está vomitando Rusia. En primer lugar, dicen los expertos, no creas a las fuentes anónimas. Evita las conversaciones en cuanto sientas que intentan influenciarte.

"La fuerza de los rusos está en la división de los ucranianos. Y saben cómo hacerlo, gota a gota, con paciencia, resistencia, etcétera. Y ahora, con nuestro giro emocional, con la fatiga, con cosas bastante naturales para el tercer año de la guerra a gran escala, para el undécimo año de la guerra, necesitamos entender y mirar con más perspicacia todo lo que estas notorias "peleas" provocan en nosotros. Es decir, en cuanto nos escupimos emocionalmente sobre cualquier tema, es una señal de que Rusia puede aparecer por aquí, o ya ha aparecido", afirma Oksana Moroz.

En segundo lugar, dejad el estudio y el análisis de la propaganda a los profesionales.

"Nuestros estudios sobre Rusia deben ser muy, muy profundos. Tenemos que ser los mejores expertos del mundo en Rusia, porque es un enemigo que nos acompaña, por desgracia, durante mucho tiempo, porque es la frontera, y no se apaciguará. Pero, en general, debería ser una estrategia completamente diferente", prosigue Moroz.

También es muy importante obtener la primera información de los llamados "medios blancos", que ya han sido sometidos a pruebas de transparencia y son responsables de la veracidad de sus materiales.

"Estos son hechos científicamente probados, la primera fuente, forma la base de nuestra opinión, le da forma, y luego hay que convencerse de lo contrario. Si tu primera fuente está distorsionada, es dañina, ¡entonces es difícil convencerte de la verdad! Si al menos se cumplen estas tres cosas básicas, es probable que aumente nuestra resistencia a la propaganda, tanto a la rusa como a la manipulación interna", concluye la experta.

"¿Qué debemos hacer en Europa? Tenemos que construir nuestras propias narrativas, refutar la propaganda rusa es el camino equivocado. Es una reacción. Es decir, si ellos hablan y nosotros refutamos, significa que se nos ha impuesto la iniciativa, y siempre estaremos poniéndonos al día. Así que tenemos que construir nuestras propias narrativas. Como tenemos menos dinero y menos regularidad en esto, tenemos que construir mejores mensajes. Y tenemos que trabajar más específicamente con el público objetivo", añade Oleksiy Kovzhun.

Mucho antes de la invasión a gran escala, Rusia estaba sumida en el mar de sus mentiras. Y ahora está tratando de arrastrar a todo el mundo hacia él. Y si el mundo entero se une, este proceso puede detenerse.