El turismo interno cubano ha experimentado en los últimos nueve años un crecimiento “meteórico”, con 991.122 nacionales hospedados en hoteles de la isla en 2016, un récord histórico en el sector, revelan datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI) consignados en un estudio de The Havana Consulting Group (THCG).
La cifra solo sería inferior, por la procedencia de los vacacionistas, al millón 198,917 canadienses que visitaron la isla el año pasado.
La entidad con sede en Miami, que ayuda a entender el mercado de Cuba, señala que el incremento sería de un “descomunal” 1,511% con respecto a la cifra del 2008 (61,508).
(Desde marzo de 2008, poco después de asumir oficialmente la presidencia de los Consejos de Estado y Ministros, Raúl Castro autorizó a los cubanos a hospedarse en los hoteles del país, derogando una prohibición implementada por su hermano Fidel en violación del artículo 43 de la Constitución Socialista de 1976, que reconoce a todos los cubanos el derecho a alojarse en cualquier hotel).
Agrega THCG que la cifra de vacacionistas nacionales de 2016 es más significativa por haberse registrado mientras casi se duplicaban las tarifas hoteleras en la isla, aprovechando la demanda de una “avalancha de turistas de América del Norte”, principalmente canadienses.
El presidente de THCG, Emilio Morales, precisa que la llegada masiva del turismo norteamericano propició una subida promedio de más del 95% en los precios de las habitaciones en 2016 respecto al año anterior.
El autor estima que sobre el boom del turismo interno gravitan dos factores principales: el aumento de los viajes de los cubano-estadounidenses a la isla caribeña, y el crecimiento del sector privado doméstico.
Morales señala que la subida en los viajes de los cubanoamericanos, propiciada por las medidas liberalizadoras de Obama, “ha permitido a muchos cubanos de la isla alojarse en los hoteles, invitados por familiares que viven en los Estados Unidos y viajan a Cuba”.
El economista cita un estudio anterior de THCG realizado en 2014, que reveló que un 37% de los cubano-estadounidenses que viajaron a la isla se hospedaron al menos un fin de semana en hoteles con sus familiares residentes, principalmente en Varadero, la cayería del norte de Villa Clara y Guardalavaca, en Holguín.
Agrega que la tendencia ha ido en aumento,y actualmente “se estima que alrededor del 45% de los cubanoamericanos que viajan a la isla se hospeda en algún hotel con sus familiares por dos o tres días”.
El otro factor que permitió a más nacionales hospedarse en hoteles fue el mayor poder adquisitivo de cientos de miles de cubanos que trabajan en el sector privado.
El estudio de THCG muestra que los cerca de un millón de cubanos reportados en 2016 se hospedaron en las cuatro cadenas hoteleras que operan en Cuba: Cubanacán, Islazul, Gran Caribe y Gaviota. Los precios por noche oscilaban entre 91.35 CUC y 226.00 CUC ($1 USD es teóricamente igual a 1 CUC, pero en la práctica equivale a 0.87 CUC al descontar la tarifa del cambio de moneda y un gravamen político del 10% a la moneda estadounidense).
No obstante, el 94.15% de estos turistas “del patio” se hospedaron en las cadenas que cobran los precios más altos: Cubanacán (el 34.58 %), Gaviota (33.93 %) y Gran Caribe (22.64 %). La media anual en las instalaciones de estos tres grupos, incluyendo todas las categorías, fue de $162.31 la noche.
Aunque el presidente Donald Trump ha instruido a los Departamentos del Tesoro y Comercio revisar las regulaciones de control de activos cubanos de modo que no se hagan transacciones con las empresas controladas por los militares cubanos, solo uno de estos cuatro grupos turísticos, Gaviota, pertenece al conglomerado militar-empresarial GAESA, si bien en las otras tres el Estado cubano retiene la propiedad y el control.
Los hoteles, identificados con marcas de compañías extranjeras como Sol Meliá, Iberostar, Accor, NH Hoteles, y Be Live Hotels, son solamente gestionados y comercializados por éstas.
[Redactado por Rolando Cartaya con información de The Havana Consulting Group]