El papa Francisco reunió el viernes al presidente de Colombia y a su principal rival político para discutir el acuerdo de paz alcanzado con los rebeldes de las FARC, con lo que el pontífice tuvo una intervención personal notable para sellar un acuerdo que termine el conflicto más largo de América Latina.
El Vaticano hizo pública una imagen de los tres hombres sentados en torno al escritorio de Francisco y precisó que el encuentro comenzó a las 12:35 de la tarde (1135 GMT) y duró 25 minutos.
El presidente Juan Manuel Santos ya tenía programada una reunión con el pontífice como parte de una gira por Europa después de acudir a Oslo para recibir el premio Nobel de la Paz.
Sin embargo, el Vaticano también invitó al predecesor de Santos en la presidencia, el derechista Álvaro Uribe (2002-2010). Uribe voló desde Bogotá y se reunió en privado con Francisco en una audiencia no anunciada después de que Santos partió.
Los tres hombres se reunieron en el despacho privado de Francisco para analizar el acuerdo de paz con los rebeldes, agregó el Vaticano.
Uribe, el político más popular de Colombia, encabezó una campaña contra el acuerdo de Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que resultó en el rechazo al acuerdo en un referendo en octubre.
Santos introdujo entonces varios cambios para aplacar a sus críticos e incluso se reunió con Uribe por primera vez en seis años. Sin embargo, no logró su apoyo cuando el acuerdo revisado fue ratificado este mes por el Congreso.
Ha habido intentos para reunir a los dos hombres, incluido uno el año pasado por parte del gobierno del presidente estadounidense Barack Obama. No había indicios de que el Vaticano pueda tener éxito donde otros han fracasado.
Francisco, el primer papa latinoamericano de la historia, ha insistido en que el diálogo es el único camino a seguir. Bajo su papado, el Vaticano también ayudó a facilitar las conversaciones entre Estados Unidos y Cuba, que pusieron fin a medio siglo de conflicto.
Uribe dijo que acudió a la reunión por respeto a Francisco. No dio ninguna indicación de que estuviera listo para negociar con Santos o echarse atrás en su postura de que el acuerdo promueve la impunidad al evitar que los comandantes rebeldes sean encarcelados y que además consigan escaños en el Congreso.
Roy Barreras, presidente de la comisión de paz del Senado colombiano y que participó en las negociaciones con las FARC, dijo el viernes a la cadena radial colombiana RCN "estamos muy desilusionados... el expresidente Uribe pudo haberse ahorrado el viaje y no hacerle perder tiempo al papa Francisco y no generar la ilusión de tantos colombianos. No sé para qué viajó a Roma si no tenía el ánimo en el corazón de reconciliarse con el presidente Santos. Esta es la historia de un expresidente que no escucha la voz del papa, la de las Naciones Unidas, ni la del presidente Obama".
Uribe dijo en Roma a la salida de la reunión que le explicó al papa "nuestras preocupaciones... Siempre dijimos que si ganaba el 'No' no estábamos en contra de la paz sino en favor de que se modificaran los acuerdos y hubo unas modificaciones que aceptamos, pero hay unos temas que subsisten muy delicados que el gobierno no ha querido reformarlos. Se lo repetí al presidente Santos, le pedí apertura y lo hice delante de Su Santidad".
A su vez Santos señaló que le comunicó a Uribe que "estamos siempre dispuestos, como lo hemos manifestado en ocasiones anteriores, a seguir dialogando, a entrar a un acuerdo sobre cómo se va implementar este acuerdo de paz. Ahí hay una oportunidad para demostrar que podemos ponernos de acuerdo sobre cosas importantes para el país".
No obstante, el Vaticano tiene una influencia considerable en el país católico, especialmente entre la base conservadora de Uribe, y el papa ha tenido cuidado de evitar que parezca que ha tomado partido en el proceso de paz.
El papa se ha abstenido de viajar a Colombia hasta que se complete el proceso de paz pero Santos ha dicho que espera que el pontífice visite la nación a principios de 2017.