A continuación, un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:

Estados Unidos y sus aliados y socios están preocupados por el creciente número de informes de detenciones en Venezuela que son arbitrarias y violan el debido proceso.

Las autoridades han detenido a más de 2.400 personas por protestar contra las falsas afirmaciones de que Nicolás Maduro ganó las recientes elecciones presidenciales.

En una Declaración Conjunta, Estados Unidos, junto con veinte países y la Unión Europea, pidieron "el respeto de los principios democráticos, así como de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los venezolanos, en particular la libertad de reunión pacífica y la libertad de expresión".

"Expresamos nuestra profunda condena a la represión de los manifestantes y la violencia que se ha cobrado la vida de muchos venezolanos en el contexto postelectoral", dice la Declaración Conjunta. "Hacemos un llamado urgente a las autoridades venezolanas para que pongan fin a la violencia y liberen a todos los que han sido detenidos, incluidos los representantes de la oposición".

La Declaración Conjunta también pidió que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Venezuela sea reinstalada de inmediato. A principios de febrero, el gobierno venezolano obligó a cerrar la oficina y a todo el personal a abandonar el país.

El 2 de agosto, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela declaró a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. El Consejo Electoral y el régimen de Maduro no han presentado ninguna prueba de este resultado, y la Declaración Conjunta señala que se ha publicado una versión en línea de más del 80% de las actas electorales y muestran "un resultado diferente al reportado por el Consejo Nacional Electoral”.

"Solicitamos la publicación inmediata de todos los registros originales y la verificación imparcial e independiente de esos resultados, preferiblemente por una entidad internacional, para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas", dice la Declaración Conjunta.

Estados Unidos, junto con sus aliados y socios, está "comprometido a apoyar todos los esfuerzos en esta dirección, y siempre abogando por una solución genuinamente venezolana en la que prevalezcan la democracia, la justicia, la paz y la seguridad".