El presidente Donald Trump aprobó este viernes el estado de emergencia para la Florida ante la amenaza del huracán Dorian.
La orden facilita asistencia federal para enfrentar las condiciones de emergencia en el territorio, y autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), a "coordinar todos los esfuerzos de socorro" y proporcionar la asistencia adecuada a los damnificados "para disminuir o evitar la amenaza de una catástrofe en los 67 condados de Florida", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
En un video en Twitter sobre la tormenta, el presidente dijo que podría ser "un absoluto monstruo", e hizo un llamado a los residentes del estado sureño y las instituciones federales a prevenir el desastre.
El presidente canceló su viaje a Polonia para estar pendiente de los preparativos en Florida a la espera del huracán. "Todo indica que va a golpear muy fuerte y que va a ser muy grande”, dijo Trump.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Dorian podría azotar desde el lunes la costa este de Florida convertido en un fenómeno "extremadamente peligroso" de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (sobre un máximo de 5), es decir con vientos máximos sostenidos de 140 millas por hora (225 km/h).
Florida espera inundaciones, fuertes vientos, marejada ciclónica, y los efectos del "King Tide" o marea astronómica, que coincide con la llegada del ciclón.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia desde el miércoles y llamó a los floridanos a prepararse para el impacto del fenómeno meteorológico.
Desde el jueves los residentes del Estado del Sol se abastecen de agua potable, alimentos no perecederos y combustible, y alistan sus viviendas para prevenir daños en ventanas y techos.