Familiares de los pastores cubanos condenados por intentar educar a sus hijos en casa, solicitaron el pasado viernes una revisión de causa ante el Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba.
En entrevista con Radio Televisión Martí, el periodista independiente Roberto de Jesús Quiñones, explicó el procedimiento que sigue tal petición por el caso de Ramón Rigal y Ayda Expósito.
“La petición va dirigida ente el presidente del Tribunal Supremo y ahora hay que esperar alrededor de 60 o 90 días para que ellos den la respuesta de si aceptan o no la revisión”, indicó.
Rigal y Expósito fueron condenados en abril a 2 y 1 año y medio de cárcel, respectivamente, por “otros actos contrarios al normal desarrollo del menor” y “asociación ilícita e instigación a delinquir”, cuando en realidad ponían en práctica el homeschooling o educación en casa, prohibido por el régimen cubano.
Quiñones, que intentó cubrir el juicio en la ciudad de Guantánamo, fue golpeado y arrestado por varios días; y este miércoles enfrenta un juicio acusado de cometer los supuestos delitos de resistencia y desobediencia.
Rigal cumple su condena en el Combinado de Prisiones de la ciudad oriental bajo régimen severo, mientras su esposa extingue sanción en la Prisión de Mujeres de Santa María, en la misma localidad.
Este martes, familiares de Expósito aseguran que recibió la visita de sus dos hijos, un beneficio que le es otorgado dos veces al mes.
Como parte del régimen carcelario a los pastores les han prohibido el ayuno periódico, una práctica cristiana que busca la comunión con Dios, pero que en las cárceles cubanas es una forma de protesta y exigencia hacia las autoridades.
La señora Noris Rodríguez, madre del pastor Rigal, así lo explicó: “Hacen ayuno, pero tienen que hacerlo escondido, porque si no allí eso se lo tienen como huelga de hambre”.
En mayo pasado los senadores republicanos Mike Braun de Indiana, Marco Rubio de la Florida, Ted Cruz de Texas y Tom Cotton de Arkansas condenaron en una resolución conjunta al gobierno cubano por encarcelar a Rigal y Expósito mientras educaban a sus hijos en el hogar.
[Con entrevistas realizadas por Yolanda Huerga]