Solamente junto al primer ministro Amed Kurei y el responsable de la Organización de Liberación Palestina (OLP) se colocó un grupo de las Brigadas de Mártires Al Aksa, vinculadas a Al Fatah, que era el movimiento político de Arafat. Ninguno pronunció discursos.
La inmensa mayoría de los participantes en el entierro en La Mukata eran de la misma ciudad de Ramalá y de aldeas aledañas. La jornada en Cisjordania transcurrió con disturbios esporádicos en Jerusalén y Naplusa y la explosión de un coche-bomba en la aldea de Bir Zet, que mató a dos personas.
Tres millones y medio de palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza presenciaron la jornada de luto en las pantallas de televisión. Mientras en Ramalá más de diez mil personas se concentraban en La Mukata y tomaban literalmente el recinto, en la Franja de Gaza los palestinos tuvieron que ver el sepelio en sus televisores y celebrar un entierro simbólico en el que participaron miles de personas para expresar su duelo marchando desde la mezquita Al-Kabir, la mayor de la ciudad.
Participaron representantes de las trece facciones palestinas, entre ellas las de Al-Fatah, que Arafat presidió hasta su muerte, y las dos organizaciones extremistas Hamás y Yijad.
El desfile pasó por la calle de Omar Al-Mujtar y prosiguió hasta la oficina de Arafat en Gaza, en el barrio Rimal, donde los representantes de las trece facciones palestinas ofrecieron sus condolencias a los funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina locales. Arafat vivió en la Ciudad de Gaza desde que regresó del exilio en 1994, en virtud de los acuerdos de Oslo firmados un año antes, hasta que Israel le tendió un cerco en La Mukata en diciembre de 2001, que lo mantuvo inmovilizado en Ramalá.
Israel declaró el estado de alerta máxima al conocerse el jueves el fallecimiento de Arafat y autorizó la entrada a Ramalá únicamente a un centenar de autobuses de distintos puntos de Cisjordania y Gaza, territorios que están bajo bloqueo militar.
Cientos de palestinos jóvenes que debieron permanecer fuera de Jerusalén porque Israel restringió la participación a los mayores de 45 años, trataron de forzar su entrada por distintos accesos y fueron repelidos por más de 5,000 policías israelíes.
La jornada de luto en todos los territorios palestinos estuvo marcada por el cierre de las tiendas y mercados y la paralización de toda la actividad comercial.