La policía política detuvo este miércoles en Santiago de Cuba a Nelva Ismaray Ortega, esposa del líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, encarcelado desde el 11 de julio de 2021.
Ortega regresaba de la cárcel Mar Verde, donde está recluido su esposo, y adonde ha intentado en dos ocasiones presentar una queja a las autoridades penitenciarias sobre el maltrato a que es sometido:
“Me trasladé bien temprano por segunda vez a la prisión de máxima severidad Mar Verde para entregar una queja contra las medidas disciplinarias impuestas contra mi esposo, desde su secuestro el 14 de agosto del 2021, a la dirección del centro penitenciario y a su consejo de disciplina, queja que había tratado de hacer llegar el día anterior y fue en vano”, relató la activista en un audio divulgado por las redes sociales.
Luego de esperar por más de seis horas a que la atendieran o recepcionaran su reclamación, Ortega indagó si iba a ser atendida y la respuesta de los mandos del penal fue negativa. Entonces decidió marcharse”.
“A menos de un kilómetro de allí, se encuentra el Punto de Control. Ahí estaban agentes represores de la policía política, encabezados por el esbirro que se hace llamar Mario y nos pararon”.
Al chófer de la moto que trasladaba a Ortega, Carlos González Martín, le practicaron un registro corporal y le incautaron algunas pertenencias, entre ellas su teléfono celular.
Ante la pregunta de los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) que estaban de guardia en el retén de pesquisaje, acerca del motivo de detención y decomiso que debían asentar en la planilla reglamentaria, el oficial de la Seguridad del Estado conocido por Mario, les respondió que “lo que fuese”.
Los agentes de la policía política aseguraron al chófer que perdería la moto “por haber desobedecido” las advertencias del Jefe de Enfrentamiento a la contrarrevolución en la provincia santiaguera, el Mayor Julio Fonseca, y le retiraron la chapa.
A Nelva Ismaray Ortega la montaron en una patrulla, donde le realizaron una requisa corporal y de su cartera.
“Me trasladaron hacia la 2ª. unidad de la PNR conocida como El Palacete, aquí en Santiago de Cuba, todo esto sin un acta de detención y en una oficina me realizaron, según ellos, la tercera acta de advertencia por hacer lo mínimo en favor de mi esposo, exigiendo sus derechos y los de su familia al privarle de su libertad desde su detención injusta y secuestro”.
De acuerdo a las declaraciones de Ortega, el mayor Julio Fonseca y su subalterno Mario le impusieron una tercera acta de advertencia en la que le imputan los cargos de “desacato”, “desobediencia” y “difamación de las instituciones”.
“Simplemente por estar haciendo uso de mi derecho como familiar a quejarme ante la dirección de la prisión por las condiciones inhumanas en que tienen a mi esposo. El esbirro Fonseca no dejó de repetir, en forma amenazante, que estoy a punto de ir a prisión, de perder mi hijo”.
El oficial también anunció a la mujer que en pocos días sería desalojada de su casa, porque van a instalar en el lugar una farmacia.
Ortega fue despojada de 685 pesos, de los documentos de queja que debe presentar a las autoridades del penal y en la Dirección Provincial de Cárceles y Prisiones y de medicamentos de uso que guardaba en su bolsa, según denunció.
La joven, médico de profesión, detalló que los oficiales de la Seguridad del Estado están incurriendo en delitos como el “abuso de la autoridad”, la “prevaricación”, la “desaparición forzada” contra su esposo, “tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes”, “amenazas”, “coacción”, “delito contra el derecho de igualdad” y “delito sobre revelación de datos personales” porque le comentaron “que pronto saldrán (ella y su esposo) en el noticiero y en las redes oficialistas”.
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