San Valentín sintetiza el amor y la amistad, que en Laredo, Texas sienten Kirenia Díaz Arguelles y su familia tras meses de odisea, un grito de desespero en Facebook y una donación anónima.
El 14 de febrero del 2016 será una fecha inolvidable para ella, su esposo y dos hijos que le acompañan en una larga travesía que se inició en La Habana, Cuba hace ya meses. Hoy hay muchas razones para ella estar feliz, junto a su espos Armando Alonso Larrazabal, y sus dos hijos están en suelo estadounidense.
Y en horas avanzada de la tarde, al salir de las oficinas de inmigración en Laredo, Texas, la joven cubano declaró en exclusiva a Radio Martí que se sentía muy contenta de haber podido llegar a Estados Unidos, aunque reconoció "que fue un viaje muy largo y agotador, pero nos sentimos bien".
La familia estuvo en uno de los tantos campamentos que el gobierno de Costa Rica instalo para los inmigrantes cubanos. En el poblado de La Cruz,26 kilómetros de la frontera tica con Nicaragua fue la residencia de la familia por más de tres meses.
En un mensaje a través de Facebook se comunicó con Martinoticias y el periodista Ricardo Quintana le contactó para ver la realidad de una familia opositora que buscaba nuevos horizontes. La falta de recursos, unos 790 dólares por persona, para poder viajar hacía difícil materializar el recorrido final.
Salieron todos de Cuba por la represión a que eran sometidos todos los integrantes de la familia. Ella participaba los domingos en las habituales marchas dominicales de las Damas de Blanco, tras asistir a misa en varios templos del país. Su esposo integró también el movimiento opositor Democracia. En abril del 2015, cuando la policía detenía a Kirenia Díaz, tras su caminata dominical, le fracturaron un dedo. La denuncia quedó constatada en las redes sociales.
Tras vender su residencia en Cuba hicieron dos viajes a Ecuador, el primero en agosto del 2015 y regresando a Cuba en septiembre, para defectivamente volver a Quito en Noviembre. Comenzó entonces el recorrido desde Ecuador rumbo norte, para quedar atrapados en Costa Rica en medio de una nueva crisis migratoria de cubanos, que ahora involucraba a las naciones centroamericanas.
El programa de salidas de las familias hacia México y de ahí a EEUU incluía el pago de pasajes en avión y ómnibus, impuestos aduanales, etc, que la familia no podía afrontar, como explicó en su entrevista con TV Martí.
Una donación anónima enviada desde Miami, tras el reportaje publicado en TV Martí, hizo posible la compra de los cuatros pasajes que les trasladó de Costa Rica a El Salvador.Por carretera siguieron hasta México, y allí a Nuevo Laredo, México y el paso final a EEUU, en Laredo, estado de Texas, este domingo 14 de febrero.