La frenética actividad de las funerarias ha llamado la atención de los residentes de la ciudad china de Wuhan quienes, alarmados, concluyen que la cifra oficial de 2.500 fallecidos a causa del COVID-19 ofrecida por las autoridades no se ajusta con la realidad.
La ciudad, que permaneció bloqueada durante dos meses, apenas hace una semana empezó a regresar a la “normalidad” y, desde el primer momento, las siete grandes funerarias con que cuenta no han dado abasto en la cremación de cadáveres.
Todos los días, según han observado sus habitantes, se entregan a los familiares alrededor de 500 urnas con las cenizas de los fallecidos, cifra que no concuerda con la cantidad de bajas declarada por las autoridades.
Un habitante de Wuhan de apellido Zhang dijo a Radio Asia Free (RFA) que “no puede ser correcto, porque los incineradores han estado trabajando todo el día, entonces ¿cómo pueden haber muerto tan pocas personas”?
“Comenzaron a distribuir cenizas y las ceremonias de enterramiento desde el mismo lunes”, agregó.
Alarmados, los residentes dieron cuenta de que, según sus cálculos, alrededor de unas 3.500 urnas son entregadas a diario a las familias, a quienes las autoridades han informado que “intentarán completar las cremaciones antes de que inicie el popular festival Qing Ming, el día 5 de abril”.
De acuerdo con la apreciación de los ciudadanos, la cantidad de urnas a entregar ascendería a 42,000, si se toma en cuenta el tiempo estipulado por los funcionarios.
Otros vecinos se han dedicado a calcular en base a la capacidad operativa de las funerarias que, contando con 84 hornos con capacidad para funcionar 24 horas y, suponiendo que cada cremación tome una hora, el total de víctimas de coronavirus sería de 46.800.
“Tal vez las autoridades están lanzando gradualmente las cifras reales, intencionalmente o no, para que la gente acepte la realidad”, afirmó a RFA un ciudadano de apellido Mao, residente de Hubei, provincia de la cual Wuhan es capital.
También se ha tenido información de que muchas personas murieron en sus hogares, sin diagnóstico ni tratamiento, se atrevió a decir una fuente vinculada a la oficina de asuntos civiles de la ciudad, quien también aseguró que las autoridades saben cuál es el número real de muertes, pero, cualquier conversación sobre este asunto es muy delicada.