Pobladores de Guantánamo y Caimanera manifestaron su rechazo a la presencia de minas antipersonales en ese territorio oriental de Cuba: “Tenía quince años de edad”, cuenta Kirenia Vicente. “Éramos cuatro, dos hembras y dos varones. Murió uno y quedamos tres. Otra muchacha y yo quedamos igualitas: a las dos nos falta una pierna”.
Kirenia Vicente perdió su extremidad cuando intentaba buscar refugio en la base naval de Guantánamo pero hoy está preocupada por sus tres hijos y por las víctimas accidentales de las minas. “Me daría que mis hijos se metieran allí y les pasara igual”, comenta Vicente. Algunos “niños han cogido minas pensando que son pelotas y han perdido un ojo o la vida”.
En ocasiones “explotan dos y tres” cuando se posan “los pájaros” y cuando tú piensas que “es un temblor es una mina que explota. Estoy rodeada de eso”, concluye Vicente, quien tiene un campo de minas a “aproximadamente 500 metros” de su vivienda.
El activista Yeider Fuentes dice por su parte que “incluso hijos de militares han perdido la vida porque el campo minado está al lado del mar y cuando sube la marea arrastra las minas y las lleva hacia la orilla”.
Otro caso es el de la dama de blanco Giselle Turiño, que reporta el caso de dos hermanos “en el poblado de Boquerón, donde uno de ellos murió y el otro quedó gravemente herido”.
El gobierno cubano no está entre los países firmantes de la Convención de Ottawa contra el uso de las minas antipersonales y alega que retirará las que tiene en el área perimetral de Caimanera cuando Estados Unidos se vaya de la Base Naval de Guantánamo.
Kirenia Vicente perdió su extremidad cuando intentaba buscar refugio en la base naval de Guantánamo pero hoy está preocupada por sus tres hijos y por las víctimas accidentales de las minas. “Me daría que mis hijos se metieran allí y les pasara igual”, comenta Vicente. Algunos “niños han cogido minas pensando que son pelotas y han perdido un ojo o la vida”.
En ocasiones “explotan dos y tres” cuando se posan “los pájaros” y cuando tú piensas que “es un temblor es una mina que explota. Estoy rodeada de eso”, concluye Vicente, quien tiene un campo de minas a “aproximadamente 500 metros” de su vivienda.
Incluso hijos de militares han perdido la vida porque el campo minado está al lado del mar y cuando sube la marea arrastra las minas y las lleva hacia la orilla
Otro caso es el de la dama de blanco Giselle Turiño, que reporta el caso de dos hermanos “en el poblado de Boquerón, donde uno de ellos murió y el otro quedó gravemente herido”.
El gobierno cubano no está entre los países firmantes de la Convención de Ottawa contra el uso de las minas antipersonales y alega que retirará las que tiene en el área perimetral de Caimanera cuando Estados Unidos se vaya de la Base Naval de Guantánamo.