La condena de 15 años de prisión impuesta al ex diplomático Víctor Manuel Rocha, acusado por actuar como agente de un gobierno cubano y defraudar a Estados Unidos, generó toda suerte de reacciones en el sur de la Florida, donde el caso recibió mucha atención mediática.
“Víctor Manuel Rocha actuó en secreto durante décadas como agente de una potencia extranjera hostil. Pensó que la historia de su misión encubierta a Cuba nunca sería contada porque tenía la inteligencia, el conocimiento y la disciplina para no ser detectado nunca”, dijo el fiscal federal Markenzy Lapointe para el Distrito Sur de Florida.
“Soy consciente de que la actividad delictiva de décadas de Rocha en nombre del gobierno cubano es especialmente dolorosa para muchos en el sur de Florida. La sentencia de 15 años de prisión de Rocha, el castigo máximo por sus delitos penales, envía un poderoso mensaje a quienes actúan o quieren actuar ilegalmente en los Estados Unidos para un gobierno extranjero”, añadió.
Rocha fue sentenciado el viernes en Miami a 15 años de prisión tras un acuerdo con la fiscalía que evitó un proceso legal largo y complicado que arrojaría luz sobre lo que hizo exactamente Rocha para ayudar al régimen cubano.
Los fiscales dijeron que esos detalles siguen siendo secretos y ni siquiera le dijeron a la jueza federal Beth Bloom cuándo el gobierno determinó que Rocha estaba espiando para Cuba.
El acuerdo de culpabilidad de Rocha le obliga a compartir con el gobierno estadounidense “una evaluación completa y detallada del daño que cometió”, dijo la justicia.
Pero no todos están conformes en Miami
Una de las voces que mostraron rechazo a este veredicto fue la de Rosa María Payá. La activista aseguró en sus redes sociales que fue “penoso” ver al gobierno de EEUU defender a Rocha tras los cuestionamientos de la jueza sobre otras víctimas.
“La sentencia máxima de 15 años que recibió, es mínima en comparación con el daño que Rocha provocó. Continuaremos adelante con la demanda en su contra porque los cubanos (y los norteamericanos) merecemos tener justicia, saber la verdad y terminar la impunidad del régimen y sus cómplices”, dijo.
El padre de Rosa María, el líder opositor cubano Oswaldo Payá Sardiñas y el activista Harold Cepero, fallecieron en circunstancias no esclarecidas el 22 de julio de 2012, en una carretera de Bayamo, Granma, desde entonces su familia y reconocidas entidades internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, han señalado al régimen cubano responsable de estas muertes. Un informe de 2023 de este organismo regional concluye que “lo ocurrido a las víctimas se enmarcó en el contexto de la persecución y represión estatal contra personas disidentes políticas y defensoras en Cuba, con el objetivo de obstaculizar o paralizar la labor de defensa y promoción de los derechos humanos”.
Payá y su madre, Ofelia Acevedo, han demandado a Rocha bajo el supuesto de que “Cuba no habría podido ejecutar a Payá con impunidad sin que el acusado conspirara y le proporcionara inteligencia y ayuda a la dictadura”, según la demanda.
Según se supo en la corte, Rocha transfirió cuatro apartamentos de lujo en Brickell por valor de más de $4 millones de dólares a su esposa y también los fondos de dos cuentas bancarias, lo que enfureció a la jueza Beth Bloom, que cuestionó a la fiscalía por este hecho.
Rocha tendrá que pagar $500,000 en restitución a Estados Unidos.
Orlando Gutiérrez Boronat, presidente del Directorio Democrático Cubano, dijo que la presión del exilio “no debe parar”.
“Debemos seguir exigiendo que se le aumente la cantidad de dinero que le incaute el Estado y lo más importante: que se le quite la ciudadanía americana. No se la merece”, dijo a Martí Noticias, el activista en una petición a la que se unió Sylvia Iriondo, de la organización M.A.R. por Cuba.
Congresistas cubanoamericanos se pronuncian
El congresista Mario Díaz-Balart dijo en su cuenta de X que la traición de Rocha “subraya la amenaza agresiva y antiestadounidense que plantea el régimen cubano y calificó el trabajo de Rocha como uno de los más perjudiciales a la seguridad nacional de EEUU".
El también congresista Carlos A. Giménez, por su parte, aseguró que 15 años en prisión “nunca serán suficientes” ante el daño hecho a EEUU.
La influencia de Rocha en América Latina
Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Gobierno de Bolivia y hoy director del think tank Interamerican Institute for Democracy, dijo a Martí Noticias que el juicio dejó muchas cosas pendientes.
“La jueza ha respondido con mucha idoneidad al rechazar el primer acuerdo de la Fiscalía, pero ha dejado muchas cosas pendientes, como por ejemplo la influencia de las acciones de Rocha sobre hechos históricos como el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, el asesinato de Payá y en el caso de Bolivia el empoderamiento de Evo Morales”, dijo.
A Rocha se le atribuye un papel clave en la llegada de Evo Morales, un presidente aliado de La Habana, al poder en Bolivia.
Cuatro días antes de esas elecciones, Rocha dijo “Quiero recordarle al electorado boliviano que si elige a los que quieren que Bolivia vuelva a ser un exportador de cocaína pondrá en peligro la ayuda de EEUU”, lo que desató un gran escándalo y favoreció al candidato izquierdista.
“Nos hubiese gustado saber, por ejemplo, qué papel jugó Rocha al frente de la embajada de EEUU en Bolivia para que Evo Morales no fuera encarcelado. En esa época habían investigaciones contra Morales pero él como embajador y el gobierno de Jorge Quiroga evitaron que fuera tras las rejas”, agregó el exiliado.
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