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¿Qué está pasando con los cubanos que entraron a Estados Unidos con I-220A?


Una pareja de Cuba espera ser procesada para solicitar asilo después de cruzar la frontera cerca de Yuma, Arizona. (AP/Gregory Bull)
Una pareja de Cuba espera ser procesada para solicitar asilo después de cruzar la frontera cerca de Yuma, Arizona. (AP/Gregory Bull)

No todos los casos de cubanos a los que se les permitió la entrada a EEUU con el documento I-220A son iguales, pero muchos siguen en un limbo migratorio. El 17 de octubre, realizarán una manifestación en Washington para pedir una solución a sus casos.

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Decenas de miles de cubanos que entraron a Estados Unidos por la frontera y fueron liberados con un documento conocido como I-220A se encuentran actualmente en un limbo migratorio sin saber qué pasará con sus casos.

El próximo 17 de octubre, cubanos anunciaron una manifestación en Washington para pedir una solución a sus casos.

Según expertos consultados por Martí Noticias, el fallo emitido por la Junta de Apelaciones de Inmigración de Estados Unidos (BIA) el pasado año afecta directamente a aquellos que se entregaron a las autoridades después de haber ingresado ilegalmente por frontera.

“Hay cubanos que recibieron I-220A como extranjeros ingresando a Estados Unidos (llegaron por un cruce fronterizo y fueron inspeccionados y liberados). A esos, les marcaron primera casilla sin fecha de corte", explicó a Martí Noticias el abogado de inmigración Willy Allen.

Un problema mayor lo tienen los que recibieron el I-220A y les marcaron la segunda casilla. En ese grupo están los que cruzaron la frontera de forma ilegal y luego se entregaron a las autoridades, explicó el experto.

“El argumento del Gobierno en las cortes es que, bajo la Ley de Migración, la libertad bajo palabra no perdona esa entrada ilegal. Y es eso en lo que estamos trabajando ahora mismo”, sostuvo el abogado, cuya oficina ha procesado cientos de casos con I-220A en los últimos años.

Aunque ya hay jueces que reconocen el I-220A en cualquiera de sus variantes como una entrada válida para la Ley de Ajuste Cubano, la decisión final podría tenerla el Gobierno estadounidense.

Unos sí, otros no

Julio Lau llegó a Estados Unidos en diciembre de 2021 por el cruce de Mexicali-Calexico. Tras ser procesado y pasar varios días detenido, fue liberado con un formulario I-220A. Arquitecto de profesión, el joven asegura que fue uno de los manifestantes de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J). La persecución del régimen cubano contra quienes se lanzaron a las calles y el temor a perder el negocio que manejaba lo obligaron a salir de la isla.

“Llegué solo al cruce fronterizo y fui procesado por un agente que me preguntó el motivo de mi entrada al país. Pasé 10 días detenido en centros para inmigrantes con pésimas condiciones y luego me liberaron con I-220A sin fecha de corte”, dijo el joven a Martí Noticias.

Aunque en septiembre de 2023 la BIA determinó que el formulario I-220A no era un documento válido de entrada al país para obtener la residencia permanente, Lau logró regularizar su estatus migratorio bajo la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los cubanos que fueron inspeccionados y admitidos en el país norteño legalizarse tras permanecer un año y un día.

El camino de Julio Lau hacia la residencia permanente no fue sencillo. Comenzó con una solicitud de asilo político, para lo cual requirió los servicios de una abogada.

“A los 11 meses de haber solicitado la residencia, recibí una notificación de que me habían otorgado un parole temporal. Mi abogada informó a USCIS sobre mi cambio de estatus. Un mes y medio después, me aprobaron la residencia. Desde que presenté la solicitud, hasta que me la otorgaron, pasó exactamente un año, de diciembre de 2022 a diciembre de 2023”, dijo.

Sin embargo, no todos los cubanos con I-220A están en la misma situación de cara a intentar regularizar su estatus migratorio porque, técnicamente, no ingresaron a Estados Unidos de la misma forma.

Heidy Martínez es uno de los casos que recibió un I-220A como extranjera presente en Estados Unidos. La joven ingresó por la frontera en 2022 tras cruzar el río Bravo junto a su esposo. Luego se entregaron a las autoridades. A pesar de haber sido procesados juntos, ella recibió I-220A y él un parole.

“A nosotros nos procesaron juntos, pero ni siquiera nos hicieron entrevista de miedo creíble”, explicó la joven, quien ejercía en Cuba como trabajadora por cuenta propia.

Tras ser puesta en libertad con I-220A y fecha de corte para 2025, Martínez aplicó al asilo político. A pesar de recibir el I-220A como extranjero presente en Estados Unidos y tener fecha de corte, decidió aplicar a la Ley de Ajuste Cubano e incluso recibió la cita para poner sus huellas.

Su próximo objetivo es solicitar al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que le otorgue un parole en base a errores de procesamiento en su caso. De recibirlo, podría notificar al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) un cambio de estatus que, eventualmente, le permita obtener la residencia permanente.

“Si me lo aceptan, entonces podría intentar cerrar la corte para que USCIS procese mi aplicación a la residencia permanente”, subrayó.

Aunque Martínez asegura no tener problemas legales para permanecer en Estados Unidos en su condición de solicitante de asilo político, pues posee permiso de trabajo y cuenta de banco, continúa buscando alternativas para regularizar su estatus migratorio. A la par, realiza gestiones para renovar su permiso de trabajo, próximo a vencerse.

“Estoy buscando alternativas. Me han recomendado incluso valorar una petición familiar a través de mi esposo, quien ya es residente permanente. Pero para eso tendría que salir del país, y si me niegan el visado, podría no poder volver a entrar”, explicó la joven.

Aunque los cubanos con I-220A solicitantes de asilo político pueden permanecer y trabajar en Estados Unidos mientras dura el proceso, hay miedo e inseguridad en quienes no tienen un camino seguro hacia la residencia permanente.

Una batalla legal

La situación ha desatado una batalla legal en las cortes de inmigración.

“El argumento del Gobierno en las cortes es que, bajo la Ley de Migración, la libertad bajo palabra no perdona esa entrada ilegal. Y es eso en lo que estamos trabajando ahora mismo”, sostuvo Allen, quien recomienda a los cubanos con I-220A con fecha de corte preparar el mejor caso de asilo político posible.

“Hay personas con I-220A que tienen su primera vista en corte para 2026, 2027, 2028. Mi experiencia me dice que, incluso, aunque la mayoría de estas personas pierda sus casos de asilo, será muy difícil deportarlas. Supondría un problema administrativo serio para el Gobierno porque, cómo vas a deportar a cientos de miles de personas, es imposible. Eso lo saben también muchos jueces con los que he hablado”, indicó.

En el caso de los cubanos con I-220A que no tienen fecha de corte, el abogado recomienda aplicar a la Ley de Ajuste Cubano una vez que completen el año y un día en los Estados Unidos. “He tramitado cientos de casos con I-220A sin fecha de corte que ya tienen la residencia permanente”, confirmó.

Según estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), desde octubre de 2021 hasta la fecha arribaron a los Estados Unidos más de 850.000 cubanos. La cifra incluye a los beneficiarios del parole humanitario lanzado por la administración Biden a inicios de 2023.

El éxodo migratorio en Cuba se agravó a raíz de la pandemia de COVID-19, que hundió a la isla en una grave crisis económica de la que aún no se recupera. En noviembre de 2021, el Gobierno de Nicaragua estableció el “libre visado” para ciudadanos de Cuba con el objetivo de que visitaran libremente a familiares en el país centroamericano. La medida, calificada de humanitaria por las autoridades nicaragüenses, derivó en la apertura de un corredor migratorio. Nicaragua, como antes Ecuador y Guyana, se convertiría en el trampolín de los cubanos que buscaban llegar por tierra a la frontera sur de los Estados Unidos.

La mayoría de los cubanos que entraron por frontera a Estados Unidos en los últimos años recibieron indistintamente I-220A y parole de 60 días, documento este último que sí es considerado válido para aplicar a la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano.

El procesamiento de los inmigrantes cubanos en frontera no ha estado exento de polémica. Según expertos en materia de inmigración, ello responde a los diferentes criterios aplicados por las autoridades federales.

“Es difícil explicar lo que ha sucedido en la frontera, el por qué unos fueron liberados con I-220A y otros con parole. Se han registrado muchos errores de procesamiento. A ciencia cierta, no sabemos qué criterios utilizaron los oficiales en cada caso. Por eso estamos dando batalla en las cortes para que la I-220A sea considerada en todos los casos una entrada válida para la Ley Ajuste Cubano, como lo es el parole, y que así todos los cubanos puedan legalizarse en los Estados Unidos”, señaló Willy Allen.

Congresista aboga por cubanos con I-220A

La congresista María Elvira Salazar es una de las principales defensoras de que el formulario I-220A sea considerado un documento válido de entrada para obtener la residencia permanente, lo que beneficiaría a los cientos de miles de cubanos que aún se encuentran en un limbo migratorio.

“Estoy muy consciente de sus problemas, y en septiembre volveré a reunirme con ustedes para explorar diferentes estrategias”, dijo Salazar en un video publicado en su cuenta de Instagram en agosto. La representante expresó su esperanza de que las autoridades de inmigración entiendan que los cubanos con I-220A pueden acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.

En agosto, la oficina de Salazar también solicitó a los cubanos con I-220A llenar un formulario para establecer una base de datos, y prometió que en septiembre anunciaría acciones concretas sobre el tema

Salazar llamó a los cubanos con I-220A que aún no han regularizado su estatus a mantener la esperanza. La congresista confía en que la administración Biden y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, puedan ofrecer una solución otorgando parole a quienes ya se encuentran en el país, lo que les permitiría acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.

A finales de septiembre, el expresidente Donald Trump, candidato por el partido republicano, aseguró que en caso de regresar a la Casa Blanca eliminaría el programa de parole humanitario y la aplicación CBP One si es reelegido en las elecciones. Sus declaraciones han generado temor entre muchos inmigrantes, incluidos aquellos con I-220A que aún no pueden regularizar su estatus migratorio.

“De momento, no pienso en que me puedan deportar, pero nadie sabe lo que vaya a pasar en el futuro”, dijo Heidy Martínez, quien asegura que regresar a Cuba no es una opción para ella.

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