La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció este lunes en Ginebra el creciente cerco a las libertades en Nicaragua de cara a las elecciones del 7 de noviembre, con al menos 36 detenciones arbitrarias desde mayo, invalidación de candidaturas y cancelación de partidos políticos.
Los nicaragüenses, señaló Bachelet, tienen derecho a presentar candidaturas a la presidencia, participar en la campaña, y los medios deben cubrir el proceso, pero "nada de esto está ocurriendo".
En su discurso de apertura del nuevo ciclo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la alta comisionada indicó que a los 20 detenidos en relación con los comicios que ya denunció en junio se han sumado otros 16, "incluyendo políticos, defensores de los derechos humanos, empresarios, periodistas y líderes campesinos u estudiantiles".
Entre esos últimos 16 detenidos hay siete personas que habían manifestado públicamente su aspiración a presentarse a las elecciones presidenciales de Nicaragua.
"La mayoría de estas personas permanecieron privadas de libertad hasta 90 días, incomunicadas y algunas en aislamiento, sin que las autoridades confirmaran oficialmente su paradero a las familias", señaló la alta comisionada, quien también denunció posibles casos de tortura y maltrato contra algunos de ellos.
La expresidenta chilena recordó además que desde mayo se han cancelado tres partidos políticos, el último de ellos Ciudadanos por la Libertad, "invalidando sus candidaturas sin que pudiera presentar su defensa".
Bachelet dijo por otro lado que se han intensificado los ataques a la libertad de expresión, como simbolizó el hecho de que el 12 de agosto el diario La Prensa anunciara el cese de su edición impresa debido a la retención de papel por parte de la autoridad aduanera.