Los que pasan a diario por la calle 16 de Washington DC ven banderas y pancartas frente a los edificios, donde se anuncian misiones diplomáticas de diferentes países. Hay tres edificios al inicio de la calle 16 desde Fuller está la sede diplomática de Polonia, seguida de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington y su lado la embajada de Lituania en Estados Unidos.
Los polacos con frecuencia hacen recordar los pasajes de su historia reciente. Colocan amplias pancartas recordando al movimiento obrero Solidaridad, que enarboló primero las demandas económicas de los huelguistas en Gdansk y después desmanteló el sistema comunista. O por el aniversario de la entrada a la Unión Europea.
Los lituanos hacen lo mismo, anuncian en la fachada del edificio sus fechas históricas. Recientemente celebraron los 90 años de presencia diplomática en EEUU. Para ese evento invitaron a exiliados cubanos y congresistas cubanoamericanos, lo que motivó una nota de protesta de la cancillería cubana.
Entre ambos edificios está la Oficina de Intereses de Cuba, que llama la atención apenas por el esplendor de su estilo neoclásico. Desde la calle, casi nada revela el carácter del edificio y a diferencia de la avalancha de propaganda que hacen por todo el mundo, no hay banderas ni policías ni pancartas con consignas, y sobre la reja situada en la vereda apenas un discreto cartel indica que la dependencia diplomática está bajo protección de la embajada de Suiza en Estados Unidos.
El conjunto, de tres pisos en piedra caliza, fue diseñado por el estudio de arquitectos MacNeil, de Washington, y construido durante el año 1916, específicamente para funcionar como "Legación de la República de Cuba" ante el gobierno estadounidense. Al año siguiente el edificio abrió sus puertas y comenzó a funcionar en el número 2630 de la calle 16, zona de la capital estadounidense que ahora es conocida como Adams Morgan.
A la entrada del edificio, en la planta principal, hay seis puertas laterales que conducen a oficinas. Sobre cada una de las puertas, el escudo de las seis provincias en que estaba dividida Cuba en esa época (Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Oriente).
En el centro, sin embargo, se destaca una espectacular escalera de mármol que conduce al piso superior y al principal salón de eventos del edificio, donde a un costado fue inaugurado en 2011 el pequeño Bar Hemingway, que funciona únicamente bajo un estricto sistema de invitaciones. En ese piso superior hay más oficinas laterales contornadas por un corredor adornado con columnas y balaustradas que dan hacia la escalera principal.
En 1923 la "Legación" fue ascendida a la categoría de Embajada, y en el edificio fueron recibidos diversos presidentes de Cuba de visita en Washington.
En una foto de 1927, mantenida en el Archivo del Congreso, puede verse al presidente estadounidense Calvin Coolidge posando junto al mandatario cubano Gerardo Machado a los pies de la escalinata de la embajada.
Cuando Fidel Castro visitó Washington en abril de 1959, estuvo brevemente en la Embajada, donde incluso ofreció entrevistas. Cuando Estados Unidos rompió sus relaciones con Cuba, en enero de 1961, el edificio había pasado por una reforma pocos años antes, pero a partir de ese momento la representación diplomática se rodeó de un halo de reservado misterio.
En 1977, Estados Unidos y Cuba alcanzaron un acuerdo para establecer Secciones de Interés en las dos capitales, y fue así que en Washington la antigua embajada de la calle 16 volvió a funcionar, de la misma forma que la representación diplomática estadounidense en la Habana.
Pero no fue bajo la protección de Suiza como ahora, sino de la República de Checosloquia. Praga asumía la representación de Cuba y los suizos la de EE UU en La Habana. El 19 de diciembre de 1990 las nuevas autoridades checas, con Vaclav Havel de presidente, le comunicaron a la embajda cubana en Praga que les representarían hasta el 31 de marzo de 1991; en lo adelante tenía que buscarse otro país. Y entonces Suiza asumió el doble papel para Cuba y EEUU.
El 8 junio de 1978 el grupo armado cubano CORU arrojó un explosivo contra la oficina, y en 1977 Omega7, hizo estallar una bomba en la parte trasera del edificio. Decenas de protestas de exiliados cubanos se han protagonizado frente a la sede diplomática. Cuando Estados Unidos y Cuba sellen finalmente su reaproximación la ahora Oficina de Intereses de Cuba será de nuevo una Embajada, pero las negociaciones sobre el tema siguen todavía sin una fecha precisa.
Con material de la agencia de prensa AFP y prensa lituana y checa.