El ministro anunció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú que el gobierno tomó esa decisión al no haber recibido respuesta a las dos solicitudes de extradición que presentó a las autoridades japonesas.
El canciller añadió que el objetivo del presidente peruano, Alejandro Toledo, es que no queden impunes las acusaciones por corrupción y violaciones de los derechos humanos que se hacen contra Fujimori.
El ex mandatario permanece en Japón desde noviembre del año 2000, cuando renunció a la presidencia de Perú en medio de un escándalo de corrupción.