La escena ya es usual en el aeropuerto internacional de Miami, familiares de cubanos recién liberados de los centros de detención de inmigración que reciben efusivamente a los suyos.
Orelvys Cabrera, periodista independiente y corresponsal de la agencia CubaNet, llegó este lunes al sur de Florida junto a su pareja, Yunior Pino, tras cuatro meses de travesía.
Hubo llantos, gritos, en fin, la euforia y la emoción rompieron el ambiente apacible de los amplios salones y pasillos de la terminal aérea.
La pareja había salido a finales de 2021 hacia Moscú, una única opción que encontraron luego de recibir las amenazas de la policía política y la presión del día a día.
Cabrera cubrió para CubaNet las protestas del 11J en su ciudad de residencia, Cárdenas, en Matanzas, lo que tuvo que pagar con 37 días de retención y posteriores advertencias. “Si no te vas, te mato”, le dijo en una ocasión un “revolucionario” blandeando un machete.
De Rusia trajeron lo peor, represión, falta de libertades, “igual o peor que Cuba”, comentaron. Tal fue el desespero que se fueron a Egipto, aunque después regresaron a Moscú.
Gracias a las gestiones de un funcionario de la organización no gubernamental People in Need, con sede en la República Checa, lograron obtener una visa abierta de la Unión Europea.
Después de las indagaciones pertinentes, descubrieron que el visado también concedía ingreso a México y no lo pensaron.
Llegaron a la frontera por El Paso, Texas. Estuvieron retenidos una semana y salieron el sábado último con un permiso temporal de estancia en Estados Unidos. El próximo día 3 de mayo deberán comparecer ante un juez de inmigración, primer paso en un largo camino en busca de asilo político.