Iniciar un proceso de transición pacífica en Cuba, el cese de la represión, la liberación de los presos políticos e iniciar una economía social de mercado abierta, son algunos de las demandas de un documento presentado a comienzos de diciembre por el Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC).
“Los democristianos colocamos al individuo como base de la sociedad, lo ubicamos en el centro, como el principio y el fin de cualquier acción política y económica”, dijo la activista Elena Larrinaga, presidenta de la organización con sede en Madrid, en declaraciones a la revista informativa Martí Noticias AM.
Argumentó que “la economía social de mercado enfatiza el respeto a la libertad y a los derechos humanos, y tiene una visión positiva de libre mercado basada en la ética y de mano de la empresa. Esta manera de economía ha sido defendida como la tercera vía de desarrollo. No es ni capitalismo ni socialismo, es una vía intermedia”.
La Unión Internacional por la Democracia (IDU), por sus siglas en inglés, que agrupa a más de 80 partidos políticos y organizaciones de centro-derecha en todo el mundo, publicó la resolución, el viernes 8 de este mes, haciendo cuatro exigencias al régimen comunista de Cuba.
En una reunión realizada en Washington D.C., Estados Unidos, se dio a conocer el documento presentado por el PDC, en el cual se demanda al régimen de La Habana lo siguiente:
- Iniciar un proceso de transición pacífica hacia una democracia multipartidista y una economía social de mercado abierta a todas las opiniones políticas y sin exclusiones de ningún miembro de la sociedad civil,
- El fin inmediato de toda represión política; la abolición de todas las leyes que penalizan el ejercicio de los derechos y la libertad de todos los presos políticos y objetores de conciencia.
- Permitir el libre acceso a Cuba de todos los cubanos, vivan donde vivan, para que puedan participar en la reconstrucción -con la asistencia de la comunidad internacional- de su país.
- Dejar de interferir e inmiscuirse en los asuntos internos de otros países y dejar de apoyar a Rusia y otros enemigos de la democracia y la libertad.
“La economía social de mercado abierta es una teoría de la cual se ha comprobado su funcionamiento, por ejemplo, Cuba y Alemania no se parecen en nada, pero coinciden en un aspecto, Cuba es un país devastado como lo fue Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, con pobreza, inflación, un patrimonio destruido, una política desastrosa sin perspectiva de continuidad, pero aplicaron este sistema y fueron llamados el “milagro económico”, enfatizó la activista.
Larrinaga añadió que “también se utilizó para la refundación de Alemania y la reconciliación de sus dos partes. Un problema que también tenemos los cubanos: los de dentro de la Isla están totalmente descapitalizados y los cubanos en el exterior poseen capitales para invertir”.
Explicó que este enfoque de mercado abierto ha sido exitoso y utilizado en momentos de transición en muchos países alrededor del mundo, incluso para cambios políticos. La solidez de la teoría es innegable, nosotros como organización, creemos que Cuba necesita un modelo de libertad, porque eso conlleva una apertura para todos, enfatizó Larrinaga.
Acotó que “no basta que el régimen reconozca que todo es un fracaso, es un paso de avance, pero debe actuar. Nos tienen acostumbrados a lanzar mensajes y que todo siga igual. Es por eso que el PDC ha puesto esa opción encima de la mesa. Es válido denunciar, pero se necesitan acciones, propuestas concretas y buscar soluciones”.
“En Cuba falta la solidaridad de la élite por el pueblo, la función social de la economía cubana no existe, solo es para la cúpula y punto. Este un modelo económico de mercado abierto que se ha aplicado y ha demostrado su efectividad”, señaló la activista.
“Creemos firmemente que esa es la vía correcta, un camino donde prima el respeto al individuo, porque la libertad abre las puertas para todos y no es sectorial”, concluyó la presidenta del Partido Demócrata Cristiano de Cuba.
Foro