Es altamente irónico que sean grupos presumiblemente de izquierda quienes están atacando iglesias, en disconformidad por la presencia del Pontífice en este país andino.
Hay protestas también por parte de conglomerados de derecha que califican negativamente que el Papa se inmiscuya en asuntos internos chilenos como es una reunión con una representación de los indios mapuches, muchos de ellos manipulados por elementos de la ultra izquierda para que lleven a cabo quemas de vehículos, incendios forestales y ataques a propiedades particulares.
Estos mismos grupos no ven con buen ojo que el Papa haya pedido reunirse con las familias de las víctimas o desaparecidos de los tiempos de la dictadura militar.
Claudia M. Morales señala que los chilenos han tratado de cerrar ese doloroso capítulo de la historia y con su pedido el representante de la Iglesia Católica solo abrirá de nuevo las heridas. "No me sorprende que este personaje abuse de su alta figura y desgraciadamente solo busque favorecer a los izquierdistas a donde quiera que vaya". Marcia Soto declara que "la venida del Santo Padre a Chile es una bendición del cielo".
Jaime Correa deplora todo el dinero que se va a gastar por esta visita, que,dice "se podría emplearse en obras sociales". Antonio Tasso ve también como negativa la presencia del Papa en Chile y piensa que solo vendrá "a revolver el gallinero".
Rosa señala: Nada bueno con este visitante quien vendrá a defender a los haitianos y todos los otros inmigrantes que nos han invadido últimamente.
Laura Tesso está de acuerdo y comenta que el viajero antes de partir de Ciudad de Vaticano declaró que el mundo debe integrar a los inmigrantes. "Y resulta que nosotros tememos una ola, no solo de haitianos sino que también de cubanos y venezolanos que siguen llegando, huyendo de las dictaduras. El Papa debería mejor negociar con los gobiernos esos países desde donde se producen estas fugas, en vez de decirnos que los acojamos e integremos".
Julio Verdin subraya enfáticamente que "este Papa, es un Papa Rojo...".
Mientras tanto, el gobierno chileno pide a la ciudadanía calma y cordura y promete que el Ilustre Visitante estará resguardado de peligros en todas las etapas de su periplo por Chile.
