El Padre Olvier - un sacerdote de origen cubano - pronunció la homilía en la que destacó la necesidad de defender la fe como parte de las convicciones individuales de los hombres.
En este sentido, el párroco destacó la importancia del ejemplo de las Damas de Blanco, cuya fuerza emana de la demanda pacífica e irrevocable de la libertad.
La miembro de las Damas de Blanco, Melba Santana Ariz, agradeció a la Iglesia por sus esfuerzos en la liberación de los presos políticos en la Isla y recordó el compromiso de este grupo, cuyo objetivo principal es la liberación de sus familiares y seres queridos, quienes se encuentran en prisión por delitos de conciencia.
Tras la misa tuvo lugar un emotivo encuentro con los asistentes, entre los que figuraban varios ex-presos políticos cubanos, recientemente liberados por la mediación de la Iglesia católica.
La comitiva partió luego hacia la céntrica avenida Vicente Blazco Ibañez -en el centro de Valencia- al sitio en que fue asesinado Manuel Broseta en 1992 por un comando del grupo terrorista vazco ETA.
Una vez en el lugar, miembros de la Fundación Broseta expresaron palabras de recuerdo al profesor de derecho asesinado por sus convicciones democráticas.
El presidente de la Fundación Broseta, Vicente Carbonell Serrano, destacó el hecho de que un grupo de valientes mujeres de Cuba sean merecedoras de este premio que se otorga a personas meritorias por su lucha en favor de la convivencia y el respeto pacífico.
Un ex-alumno del profesor Broseta, dijo a Radio Martí que la elección de las Damas de Blanco para el Premio no habría podido ser más acertada.
Estoy seguro -añadió el ex alumno- de que Manuel Broseta se habría sentido orgulloso de saber, que un grupo de mujeres con tanto valor y coraje fueron acreedoras de la distinción que lleva su nombre.
Finalmente tuvo lugar la ceremonia de deposición de las ofrendas florales. Acudieron representantes de la Fundación Broseta así como personalidades de la vida pública de España, todos ellos vinculados de alguna manera a Cuba.
Para escuchar las palabras de Melba Santana, pulse el audio.