La ola de detenciones en Cuba por las protestas populares, mayoritariamente para reclamar servicios básicos como electricidad y agua, elevó en noviembre la cifra de presos políticos a mil 148, dijo este miércoles la organización independiente Prisoners Defenders.
"La repuesta del régimen cubanos a las masivas y espontáneas movilizaciones desarrolladas a lo largo de toda la isla se ha cobrado 30 de los 34 presos políticos que han entrado a la lista en noviembre", detalló Javier Larrondo, presidente de esa organización.
Estos nuevos presos de conciencia, ciudadanos comunes que ejercieron su derecho a la manifestación pacífica, "sólo son la punta del iceberg de la represión en Cuba", subrayó el grupo, con sede en Madrid, España, en su informe mensual.
Según Larrondo, entre los detenidos se encuentran participantes en las protestas en Villa Clara, Ciego de Avila, Camagüey, Santiago de Cuba y Pinar del Río.
El número de menores de edad en prisión política se incrementó en tres más, elevándose a 33, al igual que la cifra de mujeres, que subió a 128, incluidas menores y personas del género trans, añadió.
El presidente de Prisoners Defenders subrayó que entre los más de mil presos políticos en la isla, alrededor de 650 sufren de patologías médicas graves. La organización ha verificado, además, 70 presentan trastornos graves de salud mental "sin tratamiento médico ni psiquiátrico adecuado".
Larrondo denunció también el maltrato que los carceleros ejercen sobre los prisioneros políticos en las cárceles del régimen cubano, y dijo que estos "actos de tortura" merecen un capítulo aparte en el informe.
La represión ha sido intensa en 2024, de acuerdo con la organización, que en los últimos 12 meses ha añadido a su lista un total de 155 nuevos presos políticos (un promedio de 13 nuevos cada mes).
"Enfermos sin atención médica, torturas, hambre y desabastecimiento han provocado la muerte de cuatro prisioneros políticos en Cuba en el último año", apuntó el presidente de la ONG.
En un panel de discusión este martes organizado por Diálogo Interamericano y Freedom House que abordó las tendencias actuales en materia de encarcelamiento político, la abogada Laritza Diversent dijo que en Cuba la prisión política es una herramienta de control social y puso como ejemplo las severas condenas impuestas por las autoridades a cientos de manifestantes del 11 de julio de 2021 en la isla.
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