Nigeria tiene ocho nuevos posibles casos de ébola, todos ellos relacionados con la primera víctima del brote actual del virus, según ha dado a conocer un comisionado para la salud en la capital, Lagos. Las autoridades monitorean a todo aquel que estuvo en contacto con Patrick Sawyer, fallecido hace ahora un mes y considerado el foco inicial de la expansión por diversos países africanos.
Además de estos supuestos casos, seis personas más se encuentran en observación aunque no han manifestado síntomas.
En Sierra Leona, otro de los países más afectados, la compañía de extracción de minerales Sierra Rutile ha comenzado a hacer un seguimiento a sus trabajadores después de que se apreciaran algunos signos del virus, estableciendo restricciones de movimiento. La medida, según dio a conocer la empresa, se debe a cuestiones puramente de precaución y para reducir cualquier tipo de riesgo en sus empleados.
De acuerdo a su comunicado, se “está monitoreando la evolución de la situación con cuidado para permitir una respuesta rápida si las circunstancias cambian y proveerá actualizaciones según sea necesario”.
Mientras tanto, una misionera estadounidense diagnosticada con el virus del ébola en África occidental inició su regreso a Atlanta en avión privado y con equipo para contener enfermedades infecciosas desde Monrovia, Liberia. Aunque no se ha divulgado su identidad, el grupo socorrista con el que trabajaba ha dicho que es Nancy Writebol, de 59 años así como que su estado es grave, pero estable.
Esta es la segunda persona que será recibida en una unidad de aislamiento en el hospital de la Universidad de Emory, que desde el sábado trata al doctor Kent Brantly, también infectado. Fuentes del aeropuerto internacional de Bangor, Maine, dijeron que el avión hizo una escala el martes por la mañana para cargar combustible y someterse a una inspección federal antes de continuar viaje a Atlanta.
