Mucho antes que los lentes paparazzi revelaran su vida de privilegios, Manuel Anido Cuesta fue visto en numerosas ocasiones disfrutar de un estatus inalcanzable para la mayoría de los cubanos, solo por ser el hijastro del gobernante Miguel Díaz-Canel.
El destape de su reciente affair con la actriz cubana Ana de Armas, seguido con interés por la revista Hola y otros medios de la industria del entretenimiento, para los cubanos ha sido un tema más grave y sensible, como revelan los airados comentarios en redes sociales y analizan numerosos expertos.
"En medio de la grave crisis económica y de violación a los derechos humanos que se vive en la isla, esta relación amorosa ha causado indignación", sentencia un reporte de la Revista People.
Sin embargo, como observa un reciente artículo de Cuba Siglo 21, el laboratorio de ideas radicado en Madrid, "más allá del escándalo mediático", esta cobertura del romance con la estrella nominada al Oscar "plantea preguntas sobre el nepotismo y la falta de transparencia en el sistema político cubano".
"Anido Cuesta, licenciado en Derecho por la Universidad de La Habana, ingresó al círculo cercano del poder cubano hace 17 meses, durante una visita al Vaticano con su padrastro y su madre, Lis Cuesta. Desde entonces, ha sido visto en delegaciones oficiales y reuniones de alto nivel, desempeñándose como asesor presidencial. Sin embargo, no ocupa un cargo oficial, lo que genera especulaciones sobre sus funciones reales y los criterios de su acceso a estos espacios", indica Cuba Siglo 21.
Pero un vistazo a las fotografías de las visitas de Estado que ha realizado Díaz-Canel dejan ver a Anido Cuesta en lugares importantes dentro de la comitiva oficial desde mucho antes de la famosa visita a la Santa Sede.
Aunque siempre fuera del foco de los periodistas, las imágenes revelan que el joven ha tenido un lugar preponderante en la cúpula del poder desde hace varios años.
Sin que se especifique jamás en calidad de qué, el hijo de Lis Cuesta ha participado en importantes reuniones con reconocidos líderes políticos en Corea del Norte, Vietnam, Dubai, Angola y México, por sólo nombrar algunas, en las que se ventilan temas estratégicos para Cuba.
"La ausencia de información clara sobre el rol de Anido Cuesta subraya la opacidad del sistema cubano. No se conocen sus contribuciones como asesor ni los criterios para su designación. Esta falta de rendición de cuentas alimenta las críticas al nepotismo, una práctica que perpetúa privilegios dentro de un círculo restringido de poder", recuerda
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