A pie, en lanchas y en autobuses miles de combatientes de la guerrilla colombiana de las FARC comenzaron su última marcha con fusiles al hombro por selvas y montañas hacia los sitios donde entregarán sus armas, para cumplir con el acuerdo de paz que pondrá fin al conflicto armado más antiguo de América Latina.
El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Sergio Jaramillo, informó el lunes que unos 4.400 integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deberán llegar en los próximos días a los albergues temporales donde dejarán las armas y se reintegrarán a la vida civil.
"Comenzó la última marcha de las FARC. Los primeros guerrilleros arrancaron este fin de semana su camino, fusil al hombro, dispuestos a intercambiarlo por una vida en la legalidad, una vida en democracia, una vida distinta que contribuya a la construcción de la paz", dijo Jaramillo.
El resto de los alrededor de 7.000 combatientes de la guerrilla ya están en o cerca de los sitios de desmovilización, precisó en una declaración a periodistas.
La desmovilización, para el cual fue acordado un plazo de180 días desde el 1 de diciembre de 2016, marcará el fin de más de 52 años de una violenta confrontación que ha dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados.
El acuerdo de paz, firmado en noviembre por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, después de cuatro años de negociaciones en Cuba, establece que los combatientes se deben concentrar en 26 áreas cercanas a montañas y selvas bajo la supervisión de una misión de la ONU.
"Hemos cumplido nuestra parte desde el mismo día de la firma de los acuerdos, y así lo seguiremos haciendo", dijo un comunicado del Bloque Sur de las FARC, uno de los más numerososy beligerantes en medio de la confrontación armada.
Naciones Unidas (ONU) recibirá las armas que se fundirán para construir tres monumentos, mientras que los jefes rebeldes acusados de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad deberán someterse a la justicia, confesar sus delitos, reparar a las víctimas y pagar penas privativas de la libertad en sitios especiales que no serán cárceles.
(Reuters)